Hace tiempo que se considera a Fez uno de los centros culturales más importantes de Marruecos, hecho que dice mucho de esta ciudad. Además, con sus calles laberínticas, sus antiguos mercados y un sinfín de palacios y edificios religiosos, es un lugar fascinante y lleno de vida que no te puedes perder.
Así que toma nota de todas las actividades y lugares que ver en Fez, ciudad hermosa a la par que animada.
1 – Admira la puerta Bab Boujloud
En Fez, hay muchísimos tours a pie que recorren la sinuosa y maravillosa estructura de la ciudad. Mientras paseas, es probable que te encuentres rápidamente con esta hermosa puerta; al fin y al cabo, es una especie de entrada ceremonial. En 1913, cuando el gobierno colonial francés encargó hacerla, lo hizo específicamente para marcar la transición a la parte antigua de la ciudad, y con sus diseños coloridos y elegantes, rememora las tradiciones más antiguas de la arquitectura morisca.
Come, compra y pasea por las concurridas calles a las que da paso.
2 – Disfruta de un paseo por la animada medina
Como tantas otras ciudades de la región, Fez tiene un llamativo casco antiguo que conserva lo mejor de épocas pasadas, a la vez que se adapta a los tiempos modernos.
Los recorridos por la medina son imprescindibles para los viajeros curiosos, ya que dan a conocer las estampas, los sonidos y los olores que caracterizan a la ciudad. La medina también es el destino de muchos de los tours de compras por Fez, y por una buena razón: aquí hay un sinfín de mercados y puestos con todo tipo de artículos únicos que encajarían muy bien en tu casa como recuerdo de este magnífico viaje.
No te pierdas las antiguas murallas y, luego, serpentea entre las curtidurías, los puestos de especias y las interminables hileras de puestos de artesanía que reflejan el color y la creatividad de la región. El único inconveniente es que, después del recorrido, puede que tu cartera vaya un poco más ligera… ¡y tus maletas mucho más llenas!
3 – Pasa bajo la hermosa Bab Rcif
Mientras descubres los encantos de la medina, no tardarás en toparte con otra distinguida puerta que limita las partes antiguas de la ciudad. Al igual que las demás, este arco combina elegancia con funcionalidad, y da la bienvenida a los visitantes a la medina con su preciosa decoración tradicional. Actualmente, incluso puedes alojarte en la casa de huéspedes que hay cerca. Un lugar de ensueño donde pasar tu estancia en Fez, lleno de detalles preciosos.
Entre las actividades y los lugares que ver en Fez, no puede faltar esta puerta de entrada a la medina que, decorada con azulejos de colores, tallas de madera, vidrieras y elaborados motivos geométricos, es otro monumento a la belleza y la precisión de las técnicas islámicas y árabes… ¡y ha seguido siendo un icono de esta estética durante más de 650 años!
4 – Aventúrate a dar un paseo en camello
Cuando te imaginas el desierto (en el que profundizaremos más adelante), probablemente te imagines a cierta criatura alta y jorobada moviéndose serenamente por la arena. Y es que ninguna lista de cosas que hacer en Fez estaría completa sin un paseo en camello para disfrutar de las vistas del desierto con estilo.
Acompaña a tu guía y descubre más cosas sobre estas fascinantes criaturas adaptadas al duro clima y perfectamente capaces de llevar a jinetes. Así que, no lo dudes, y disfruta de un paseo inolvidable por dunas doradas y unos paisajes desérticos de película mientras vas de un pueblecito a otro. ¡Es como un viaje por carretera a la antigua usanza!
5 – Observa de cerca la belleza del desierto del Sahara
Por supuesto, esa zona que atraviesas no es un trozo de arena cualquiera… ¡es el desierto del Sahara! Hacer una excursión de un día es la experiencia perfecta si quieres entrar un poco más en contacto con la naturaleza local y ver un lado totalmente distinto del país. Aquí, las ajetreadas calles y el alegre ruido de la ciudad se desvanecen lentamente, sustituidos por las arenas abiertas y las fuerzas más sutiles, pero poderosas, del viento y la tierra.
También puedes prolongar la magia de esta excursión con un viaje nocturno en el que podrás contemplar el amplio mapa de estrellas que se encenderá sobre tu cabeza por la noche.
6 – Visita las enigmáticas tumbas meriníes
En lo alto de la ciudad, un característico conjunto de antiguas tumbas se alza imponente, con una fama que supera incluso a la de las personas enterradas en su interior.
Entre los años 1200 y 1400, la dinastía meriní gobernó la ciudad, y estos lugares de descanso se construyeron justo en medio de su ilustre reino. Aunque los mausoleos se han erosionado en gran medida con el paso del tiempo, aún tienen cierto prestigio. ¡Incluso puedes ver las inscripciones ceremoniales que los decoraban! Y mientras exploras estos misteriosos restos de antiguas construcciones, podrás sentir la energía que aún conserva este imponente vestigio del pasado.
7 – Absorbe el patrimonio intelectual de la Universidad de al-Qarawiyyin y su mezquita
Una parte importante del patrimonio cultural de la zona reside en sus edificios educativos, ¡y este complejo que combina facultad y mezquita ciertamente lo ejemplifica!
La facultad es la escuela más antigua del país, piedra angular de una poderosa tradición intelectual, a la que miles de eruditos han acudido para explorar todas las disciplinas imaginables. Actualmente, es un edificio de la universidad que permite a los estudiantes orar en la mezquita anexa, que fue la primera parte del complejo que se construyó… ¡allá por el año 800! Juntas, representan la fuerza de la Edad de Oro islámica y sus triunfos, así como la evolución de ambas instituciones en la actualidad. Además, son paradas imprescindibles en muchas visitas guiadas por la ciudad. ¡Y no nos extraña, dada su importancia!
8 – Adéntrate en la espectacular madrasa al-Attarine
Esta es otra de las joyas de la ciudad en cuanto a diseño y solo tienes que mirar a tu alrededor para ver por qué… ¡te sentirás como en medio de un caleidoscopio!
El edificio es bastante discreto desde fuera, enclavado entre mercados de especias y otros artículos, pero en cuanto entres, te sorprenderá el espacio y su infinita variedad de motivos y colores.
El patio es espectacular, un país de las maravillas de mármol y mosaicos, incluidos algunos motivos en las paredes que se consideran demasiado sagrados para que los toque la mano humana. Tómate tu tiempo para pasear por sus rincones… ¡sin duda hay mucho que ver!
9 – Deléitate con los colores de Chefchauen
Puede que cuando vayas a Chefchauen (también llamada Chauen) te acuerdes de los pitufos y, aunque no se inspiraron en este encantador pueblecito de Marruecos, bien podría haber sido el caso; al fin y al cabo, la mayoría de los edificios están pintados en alguna versión de este precioso tono azulado.
Además del famoso color de sus calles, esta ciudad está llena de museos interesantes y lugares culturales, lo que la convierte en un destino ideal para una excursión de un día.
10 – Cruza la puerta Semmarin hacia la medina
Desde hace aproximadamente 800 años, esta ha sido una de las puertas más preciadas de la ciudad, ¡y es un nexo entre culturas especialmente importante!
A un lado, están las ajetreadas tiendas y callejuelas de la ciudad moderna; al otro, los antiguos edificios de la mellah, uno de los barrios judíos más antiguos del país que aún conserva algunas de las tradiciones culturales que han desaparecido en gran medida con el paso de los siglos.
11 – Contempla algunas obras maestras locales en el Museo Nejjarine de Artes y Oficios de Madera
Vemos madera a nuestro alrededor todos los días, pero en este pequeño y encantador lugar, ¡aprenderás lo que se puede hacer con este material! Desde guitarras y utensilios hasta baúles de viaje y artefactos religiosos, hay mucho detalle y dedicación en cada pieza, cuyo cuidadoso tallado hace aún más impresionante.
El edificio en el que se encuentra el museo tiene una historia única: es un funduq tradicional, los antaño omnipresentes hoteles que alojaban a mercaderes ambulantes, que luego pregonaban sus mercancías en las tiendas de abajo. Es decir, que es una visita obligada dentro de la lista de actividades y lugares que ver en Fez.
12 – Pasea por Marrakech
Claro que hay un sinfín de cosas increíbles que hacer en Fez… ¡pero no es ni mucho menos la única ciudad que merece la pena descubrir de este rincón del planeta! En realidad, es una de las cuatro «Ciudades Imperiales» de Marruecos, es decir, ciudades que son o han sido capitales nacionales. Como es lógico, cada una de ellas tiene su propia esencia y un sinfín de rincones por descubrir, ¡y hay pocos lugares mejores para empezar que la preciosa Marrakech!
Con las montañas del Atlas y el Sahara como telón de fondo, esta famosa y muy querida ciudad rebosa arte y vida. Es el tipo de lugar en el que puedes retroceder en el tiempo en un pispás al entrar en uno de sus monumentos antiguos, o asistir a un animado espectáculo de danza del vientre.
Recorre sus calles, prueba sus sabores y enamórate de su singular forma de vivir la cultura marroquí.
13 – Visita el Palacio Real de Fez
Ninguna ciudad está completa sin una casa de lujo para sus gobernantes y, en 1276, Fez creó la suya… ¡y aún sigue en pie! Es posible que no puedas acceder a las estancias de la residencia (al fin y al cabo, el rey sigue utilizándola con frecuencia), pero puedes hacerte una idea de su exuberancia y majestuosidad al pasear por el exterior, que ostenta siglos de trabajo decorativo.
Dicho esto, algunos de sus elementos más distintivos son también algunos de los más recientes, como las siete elaboradas puertas que datan de la década de los 60 y que aún siguen custodiando el edificio.
14 – Pasa un rato en el parque Champ de Course
Si te apetece ver un poco de verde después de recorrer el laberinto de calles que es la ciudad, acércate a este encantador oasis público.
Situado en la parte norte de la ciudad, es un paraíso para los amantes del aire libre, con multitud de senderos para caminar y correr que atraviesan zonas verdes llenas de vida y pequeños bosquecillos de palmeras. Hay incluso un pequeño parque infantil para los viajeros más jóvenes y una cafetería para tomar un tentempié y disfrutar de un pícnic improvisado.
15 – Sumérgete en los jardines de Jnan Sbil
Y para disfrutar de otro tipo de rincón lleno de plantas (aunque este quizá recibe más dedicación), puedes pasear entre los setos de formas singulares, las flores y las plantas de este maravilloso conjunto de jardines.
Elegante y colorido, esta construcción del siglo XIX se construyó por orden de la realeza, pero cualquiera puede disfrutar del recinto actualmente y pasear por las cuidadas avenidas llenas de árboles, así como disfrutar de las cuidadas zonas temáticas en honor a otras partes del mundo, como México y Andalucía. Hay incluso una extensa red de fuentes para añadir frescor y estilo al lugar.
16 – Relaja cuerpo y mente con un masaje tradicional en un hamam
Es probablemente una de las costumbres más relajantes de por aquí y sin duda una de las más apreciadas. Así que, añádela a tu lista de actividades y lugares que ver en Fez.
Los hamames combinan toda una variedad de opciones de bienestar en un solo lugar, ¡así que no es de extrañar que los spas de Fez tiendan a inspirarse tanto en ellos! Tratamientos exfoliantes y con vapor, masajes profundos y tratamientos de belleza aromáticos: aquí todo está orientado a tratarte a ti y a tu cuerpo con los mejores productos y al estilo marroquí. Si quieres eliminar dolores y molestias, echa un vistazo a los masajes que se ofrecen en Fez, que incluyen todo tipo de tratamientos para relajar hasta los nudos musculares más rebeldes.
17 – Retrocede al pasado visitando Mequinez y las ciudades de los alrededores
Tres ciudades, una aventura. Esta excursión ofrece toda una variedad de actividades y lugares que ver desde Fez, tanto tradicionales como modernas.
Mequinez es una de las joyas de la corona de la zona: una ciudad imperial y militar de hace 1000 años, que conserva intactas muchas de sus estructuras originales, incluido un magnífico palacio. Pero sus vecinas también te dejarán sin habla:
Cerca se encuentra Volubilis, el yacimiento romano que fue una próspera ciudad en milenios pasados y ahora ofrece otro tipo de entretenimiento, más educativo, con sus numerosas ruinas.
Tampoco podemos olvidarnos de Mulay Idrís, una antigua ciudad de, según se dice, es una de las más sagradas del país. A finales del 700, este fue el lugar donde el islam comenzó a despegar.
18 – Disfruta haciendo senderismo de primera categoría
Estira las piernas y prepárate para dejarte deslumbrar por la naturaleza, porque una vez que empieces a recorrer los senderos de los alrededores, ¡no querrás parar nunca!
El monte Zalagh es, sin duda, una de las opciones más populares. Elevada sobre la ciudad, esta montaña emblemática cuenta con muchos cambios de terreno y la cantidad perfecta de senderos escabrosos para mantener el nivel justo de desafío mientras contemplas el ecosistema que te rodea y las preciosas vistas que hay abajo.
Pero también puedes explorar otras partes de este precioso monte que pasa por pueblecitos y cruza paisajes dignos de ver mientras haces senderismo.
19 – Descubre tradiciones culturales en la madrasa de Bou Inania
Aunque hay muchas madrasas en la ciudad (los colegios clásicos vinculados a la teología musulmana), esta es única por su doble función: también sirvió como mezquita, aunando dos ideales diferentes en uno.
Fue fundada por uno de los sultanes más destacados de la época, Abu Inan, que extendió gran parte de la influencia del imperio a otras partes de la región. Además de su belleza, la estructura es una gran reliquia de casi 1000 años de antigüedad, que ayudó a dar forma a los lazos entre la academia y la religión en todo el mundo islámico. En nuestra opinión, ¡merece la pena visitarla!
20 – Ve a la plaza Seffarine para ver legados artesanos
¡De vuelta a las calles! Disfruta de una forma diferente de conocer el lugar en esta maravillosa plaza pública, engalanada con el mejor arte tradicional.
Se ganó su título por algunos de sus residentes más significativos: los expertos caldereros que trabajaron aquí durante siglos. Y aunque la mayor parte de la zona ha cambiado a lo largo de los años, ¡esos mismos artesanos siguen ofreciendo sus brillantes y bellos productos hoy en día! También podrás ver hamames, madrasas y una biblioteca, que mantienen vivo el espíritu de la comunidad.
21 – Conoce la historia militar de la ciudad en Borj Nord
Si esta sorprendente fortaleza tiene un aspecto ligeramente distinto al de sus homólogas, puede que eso tenga algo que ver con sus orígenes coloniales. Construida en 1582, se asemejaba más a las estructuras italianas que a las marroquíes. Su finalidad no era solo proteger la ciudad, sino también mantenerla bajo control. Junto con su vecino Borj Sud (ver nº 31), su elevada ubicación ayudaba a la familia real Saadi a vigilar a los invasores y, al mismo tiempo, a los inquietos ciudadanos de la ciudad.
En su interior, encontrarás el Museo de Armas, con artefactos de varios países, incluido un enorme cañón y una gran variedad de piezas que se produjeron aquí mismo, en la ciudad, en la antigua fábrica industrial. Sin duda es un tesoro, ¡por dentro y por fuera!
22 – Adéntrate en la naturaleza en las montañas del Atlas
Puede que hayas subido a algunos picos, pero no conoces realmente la belleza y complejidad de la cordillera del Atlas hasta que no la ves de cerca.
Aunque se trata de una excursión de un día ideal para los amantes de las actividades al aire libre, la belleza de sus paisajes y de los pueblecitos de la zona la hacen una opción muy atractiva para todo el mundo. Al fin y al cabo, no todos los días puedes explorar densos bosques, asomarte a cuevas misteriosas, contemplar cascadas resplandecientes e, incluso, ver monos en plena naturaleza. También podrás explorar algunos de los pueblos escondidos en este precioso lugar, como Azrou, ¡donde las arboledas de cedros son tan abundantes como los primates!
23 – Regatea y compra en los zocos locales
Si te gusta ir de compras, pero no pagar un precio de turista, prepara tus habilidades de regateo y lánzate a la aventura que prometen los mejores zocos de Fez. Por toda la ciudad, y casi todos los días de la semana, puedes encontrar un espacio nuevo e interesante que explorar que ofrece su propia especialidad.
Dirígete a la plaza R’cif para comprar algunos de los mejores productos de la zona, o hazte con ingredientes frescos en el zoco Boujloud. Si estás pensando en renovar los adornos de navidad, quizá encuentres algunas piezas de cuero interesantes en el zoco Mejjadliene; pero si lo que buscas son productos de belleza y adornos corporales, dirígete sin duda al zoco de la Henna. Y si quieres ver y comprar un poco de todo, puedes pasearte por el zoco Al-Attarine, donde encontrarás prendas originales, especias y mucho más en pleno corazón de la ciudad. Sin duda, visitar los zocos locales es una de las actividades y lugares que ver en Fez.
24 – Aprende a elaborar recetas locales en una clase de cocina
Seamos sinceros: lo más difícil de las clases de cocina en Fez es resistirse a las ganas de probar la comida en cada paso. Al fin y al cabo, la gastronomía local es bien conocida por sus increíbles sabores y apetitosos platos, ¡y podrás experimentarlo de primera mano mientras te abres camino a través de diferentes recetas!
Todo el proceso es colaborativo, ya que trabajarás en equipo con los lugareños para elegir los mejores ingredientes y elaborar el festín perfecto. Es una experiencia emocionante y sabrosa de principio a fin.
25 – Admira las maravillas del Museo Dar Batha
Si te gusta explorar el pasado viéndolo en directo y ante tus ojos, ¡este es el lugar perfecto! Este precioso edificio fue el palacio de verano de la élite de la ciudad y, actualmente, es un museo que alberga una de las mejores colecciones de objetos del pasado de la región. Abarca todas las disciplinas imaginables: cerámicas, astrolabios, gemas y extravagantes alfombras, instrumentos y restos de varias mezquitas; ni te imaginas lo que encontrarás aquí, ¡pero garantizamos que te sorprenderá e inspirará!
26 – Haz un recorrido por la embriagadora historia de Rabat
Otra gran excursión de un día es a Rabat, una ciudad donde puedes perderte en lo intelectual y lo estético a la vez. Como capital del país, está llena de algunos de los mejores lugares de interés histórico y político, desde la gran Torre Hassan hasta la antigua residencia de Moulay Ismail, el famoso sultán pacificador que gobernó a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
En la ciudad se respira cierto aire internacional, pero en cuanto a sus edificios, museos y jardines, ¡es 100 % marroquí!
27 – Participa en una relajante clase de yoga
Hay muchas actividades y lugares que ver en Fez, pero es importante tomarse un tiempo para relajarse y reconciliarse con el cuerpo. Así que, ¿por qué no te regalas una sesión de yoga en un lugar tan increíble como este?
La ciudad cuenta con joyas como el Palais Amani, un hotel ornamentado cuyos magníficos interiores y su exclusivo entorno tiene mucho éxito entre las parejas que buscan escapadas románticas, así como para cualquier viajero que busque una estancia lujosa y relajante en general, aderezada con un poco de cultura.
Parte de ese encanto reside en el escuadrón de yoguis del hotel, que dedicados a la salud y el bienestar, han contribuido a crear un pequeño centro de práctica de yoga en la ciudad. Sea cual sea tu nivel, encontrarás un ambiente acogedor y mucho apoyo mientras meditas, estiras y practicas asanas en un lugar de ensueño.
28 – Contempla la belleza y la historia única del Palacio Glaoui
Desde finales del siglo XIX, este maravilloso palacio ha sido la sede de la poderosa familia Glaoui, un clan político local. Pero durante la mayor parte del siglo XX, fue una especie de residencia rotativa, que acogió a varios funcionarios del gobierno y políticos durante el régimen colonial francés, antes de caer en el abandono.
Incluso una visita rápida te hará ver por qué este lugar es tan famoso. En su época de esplendor, tenía doce casas diferentes, todas interconectadas, junto con instalaciones educativas, baños de vapor, adornos en madera y azulejos verdaderamente bellos que muestran el pasado esplendoroso de este lugar. Pasea por él para hacerte una idea de cómo era la vida de la clase alta y, por supuesto, para contemplar la belleza del edificio que aún brilla después de todos estos años.
29 – Visita la sinagoga Aben Danan
Para adentrarte en el singular patrimonio judaico de la zona, puedes pasar algún tiempo en esta fascinante reliquia del siglo XVII, que en su día formó parte de una próspera comunidad religiosa.
Es bastante sencilla en su diseño y estructura, con algunos patrones básicos de azulejos, secciones separadas para hombres y mujeres y un manuscrito tradicional de la Torá; pero destaca por el mero hecho de seguir existiendo, mientras que la mayoría de las demás sinagogas fueron demolidas o reubicadas a medida que la población judía disminuía. Sigue proporcionando educación cultural a través de su arquitectura y sus objetos, y es un bello monumento, por lo que merece la visita.
30 – Prueba sabores nuevos con un tour gastronómico
Los tours gastronómicos de Fez combinan experiencias culinarias de primera con un poco de inmersión cultural, es decir, ¡son un festín en todos los sentidos!
Cada uno es tan diferente como los propios sabores de los platos que degustarás: puedes hacer algo más informal con un recorrido gastronómico callejero, o probar una de las opciones más elaboradas, de varios platos, en los que la ciudad se convierte en tu bufé.
Con cada bocado, podrás disfrutar de una dosis de diferentes continentes y culturas, ya que tienen influencias de los pueblos mediterráneos, árabes y bereberes que han habitado en esta región a lo largo del tiempo. Y por supuesto, ¡también tendrás la oportunidad de conocer a los genios locales que crean estos platos!
31 – Goza de las vistas de Borj Sud
Desde aquí arriba puedes ver toda la ciudad… ¡y en parte por eso se construyó este lugar!
Al igual que el Borj Norte (ver nº 21), esta estructura fortificada se diseñó tanto para proteger a la población como para estar alerta de las posibles amenazas del exterior. Un detalle curioso es que su diseño es mucho más portugués que árabe y hace un guiño a la influencia de sus primeros colonizadores. Y como nota adicional, fue uno de los primeros fuertes de la ciudad construido específicamente para resistir a la pólvora.
Sube a esta fortificación y ¡disfruta de sus vistas panorámicas!
32 – Observa un original crisol de influencias en la mezquita de Andalucía
Esta mezquita aúna religión y arte, además de ser testimonio de una de las comunidades de inmigrantes más grandes de la ciudad. Y por si no fuera suficiente… ¡es muy bonita! Inaugurada en el año 859, sirvió de faro para la activa población andalusí que emigraba en tropel desde España. Para estos cansados refugiados, la ciudad ofrecía un hogar acogedor para empezar de nuevo y aún quedan muchas influencias andalusíes en los diseños y la cultura de la ciudad.
La mezquita sigue siendo un pilar de la comunidad y es una visita obligada, aunque solo sea para admirar su belleza. Ha sido restaurada con mucho gusto y está repleta de detalles suntuosos.
33 – Contempla el legado en evolución del Palacio Mnebhi
Esta particular muestra de glamur se construyó para el exministro de Defensa Mehdi Mnebhi, y sirvió como algo más que una casa bonita, ya que desempeñó un gran papel en la historia del país. Y es que fue aquí donde se firmó el Tratado de Fez en 1912, que estableció el control francés de Marruecos que duró varias décadas.
Más tarde, el espacio vivió un giro político y acogió al Partido de la Independencia anticolonial durante sus primeras etapas; y aunque hoy en día está considerado como uno de los mejores restaurantes de la ciudad, sigue manteniendo esa majestuosidad que le da su pasado.
34 – Mima tu paladar en los mejores restaurantes
Una vez que hayas probado a elaborar platos marroquíes en una clase de cocina, puede que te apetezca que te agasajen con una comida preparada por manos expertas. Por suerte, los mejores restaurantes de Fez saben muy bien cómo deleitar a sus comensales.
El Restaurante Tresor Fez ofrece una cocina clásica y opciones deliciosas de barbacoa, mientras que en Veggie Pause encontrarás platos sabrosos a la par que saludables.
Si quieres que el entorno sea tan auténtico como tu comida, dirígete al Restaurante Ouliya para disfrutar de un amplio menú en un entorno decorado al estilo tradicional; o al Restaurante Soultana para acompañar tu festín con un poco de música en directo.
Por último, en Fez and Friends, podrás deleitarte con un poco del Mediterráneo, una pizca de cocina internacional y toda una variedad de bocados tradicionales, ¡además de postres estupendos!
35 – Sal de fiesta y descubre la vida nocturna local
Una vez satisfechos tu mente y tu estómago, ¡es hora de dar rienda suelta a tu lado hedonista!
Una parte diferente de la cultura cobra vida en los mejores bares y clubes de Fez, donde nunca estarás lejos de una buena copa o de un poco de fiesta. Baila al ritmo de la buena música en el Hotel Ramada o disfruta de las sesiones de DJ en The Rooftop, que tiene unas vistas inmejorables.
También puedes probar tu nuevo cóctel favorito en el Bar L’Alcazar o disfrutar del programa de espectáculos del British Saloon Fez, que ofrece desde karaoke y proyecciones deportivas hasta música en directo y aperitivos ligeros.
Disfruta de los frescos salones y el ambiente relajado del Café Rotterdam o mueve el esqueleto en La Mezzanine, otro lugar clave para bailar.
Puede que no sea una ciudad famosa por sus fiestas, pero tiene una noche con estilo propio.
¿Cómo llegar a Fez?
Una vez que hayas llegado a la ciudad, querrás empezar a explorarla cuanto antes y los traslados desde el aeropuerto te permitirán hacerlo y disfrutar de tu viaje, ¡ya que llegarás a tu alojamiento en un abrir y cerrar de ojos!
Olvídate de tener que buscar un transporte público y disfruta de un viaje rápido y asequible desde el aeropuerto de Fez-Sais directamente a tu alojamiento con espléndidos conductores.
¿Dónde alojarse en Fez?
Un verdadero trato de lujo completo te espera en el Fes Marriott Hotel Jnan Palace, que ofrece masajes, spa, una hermosa biblioteca y tres zonas diferentes para comer. O dirígete al Barcelo Fes Medina para nadar, hacer ejercicio o relajarte con una buena copa en el jazz bar.
Por otra parte, el Hotel Royal Mirage Fes es perfecto para estar en el centro de todo, un espacio elegante en pleno corazón de la ciudad. Y en el Ibis Fes puedes disfrutar de un bonito jardín, buena comida y fácil acceso a la ciudad… ¡la estación de tren está justo al lado!
También puedes seguir rejuveneciendo en el Riad Fes Bab Rcif Sid Aowad & Spa, donde las opciones de bienestar y la proximidad a restaurantes y lugares de interés te harán vivir las vacaciones de una estrella de cine.
¿Visitas Fez con poco presupuesto?
Desde las callejuelas de las medinas hasta los lugares de interés, si haces un free tour por Fez podrás vivir las mejores aventuras con poco presupuesto.
Los entusiastas guías locales se encargarán de que te sumerjas en la magia y el misterio de la ciudad, a la vez que conoces su lado más cotidiano. ¡Asegúrate de llevar algo de dinero para las propinas!
¿Adónde ir después?
Adelante y adelante… ¡hay mucho más que ver!
Por supuesto, puedes hacer un montón de excursiones de varios días desde Fez, que te darán más tiempo para explorar lugares como la preciosa ciudad de Marrakech (ver nº 12) o los paisajes del Sahara (ver nº 5).
También hay muchas otras actividades divertidas y lugares que ver en Marruecos en general, lo que no es de extrañar, dados los siglos de cultura y los magníficos parajes naturales que aquí prosperan. Por supuesto, nunca te quedarás sin cosas que ver y hacer en Marrakech, donde el arte, la arquitectura, la religión y la comida convergen de formas nuevas y emocionantes.
Y si se te antojan escenarios cinematográficos (¡literalmente!) y un ambiente acogedor, pero animado, no te puedes perder Casablanca.
Pero tal vez busques un lugar más tranquilo. En ese caso, Agadir y Esauira tienen una amplia oferta de actividades. Son dos encantadoras ciudades costeras con identidades distintivas más allá de la arena y el surf… ¡aunque ten por seguro que tendrás mucho de ambos!
Desde bulliciosos zocos y hermosas cuevas hasta fascinantes excursiones al aire libre y locales rebosantes de música y arte, ¡descubrirás lo fascinante que puede ser la vida en este país!
Reflexiones finales
Al igual que el sombrero marroquí tradicional que lleva su nombre, esta ciudad es colorida, inconfundible y permanecerá en tu memoria durante mucho tiempo.
Y no hay mejor momento que este para empezar a disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer, así que coge el pasaporte y prepárate para disfrutar de un viaje encantador y lleno de emociones probando todas las cosas que hacer en Fez.
Como siempre, ¡buen viaje!