A poca distancia de París, se encuentra la localidad de Chantilly, conocida por ser la cuna de la nata montada, el encaje y la porcelana, así como por su hipódromo y su palacio. Dada su rica historia y cultura, una excursión de un día a Chantilly desde París debería estar en la agenda de cualquier turista. Además de quedarte maravillado/a con la arquitectura y visitar los museos, hay un parque magnífico y jardines verdes por los que pasear.
A poca distancia de París, se encuentra la localidad de Chantilly, conocida por ser la cuna de la nata montada, el encaje y la porcelana, así como por su hipódromo y su palacio. Dada su rica historia y cultura, una excursión de un día a Chantilly desde París debería estar en la agenda de cualquier turista. Además de quedarte maravillado/a con la arquitectura y visitar los museos, hay un parque magnífico y jardines verdes por los que pasear.
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A poca distancia de París, se encuentra la localidad de Chantilly, conocida por ser la cuna de la nata montada, el encaje y la porcelana, así como por su hipódromo y su palacio.
Dada su rica historia y cultura, una excursión de un día a Chantilly desde París debería estar en la agenda de cualquier turista. Además de quedarte maravillado/a con la arquitectura y visitar los museos, hay un parque magnífico y jardines verdes por los que pasear.
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre Chantilly, uno de los destinos más recomendados para hacer excursiones de un día desde París.
Chantilly se encuentra a unos 40 kilómetros al norte de París y se puede llegar fácilmente en coche y en tren.
La ruta más sencilla para ir a Chantilly desde París en coche es cogiendo la autopista A1 en dirección norte. Desvíate en la salida de Chantilly y, al sur de Lille, toma la salida de Survilliers. El trayecto dura menos de una hora, aunque depende del tráfico que haya.
Viajar en tren es la forma más rápida de llegar a Chantilly desde París. En la estación Paris Nord, hay varios trenes directos a Chantilly que tardan tan solo 20 minutos en llegar al lugar.
Si no quieres conducir ni utilizar el transporte público, opta por reservar una de las muchas excursiones que se ofrecen a Chantilly desde París. Estas visitas suelen incluir la recogida en el alojamiento, lo que hace que la experiencia sea más cómoda y tranquila.
La excursión comenzará en París, donde te recogerán en el hotel o te pedirán que vayas a un punto de encuentro en la ciudad. Tras un corto trayecto, llegarás a Chantilly para comenzar la visita.
Los recorridos por Chantilly suelen incluir visitas al Palacio de Chantilly, el Museo Condé, el hipódromo y los Grandes Écuries (grandes establos).
Durante el viaje, también tendrás la oportunidad de pasear por los jardines y explorar el resto de la ciudad, donde podrás picar y tomar algo.
En tu visita a Chantilly, no dudes en probar la gastronomía local, entre la que destacan los pasteles de nata montada. Finalmente, al terminar la visita, regresarás a París.
La forma más cómoda de visitar Chantilly es con una excursión. Estas visitas guiadas suelen durar unas seis horas e incluyen el transporte desde París en minibús o lanzadera. El tamaño de los grupos puede variar y la mayoría de las excursiones comienzan por la mañana.
Al llegar a Chantilly, el guía te mostrará los alrededores y compartirá sus conocimientos con el grupo. Durante el recorrido, visitarás las zonas más emblemáticas, como el Palacio de Chantilly, el Museo Condé y el hipódromo.
Si viajas en familia y quieres que tu visita a Chantilly sea de cuento de hadas, puedes reservar una excursión familiar de un día. Estos tours ofrecen flexibilidad y todos los padres y madres lo agradecerán.
El precio suele incluir las entradas al palacio y a los museos, un paseo en coche de caballos y una parada en el parque infantil, así como un pastel de cortesía de una boulangerie local.
Si quieres hacer una visita más relajada y exclusiva a Chantilly, te recomendamos las excursiones privadas desde París. Este tipo de tours suelen ser más flexibles, ofrecen varios horarios de salida durante el día, y pueden durar hasta ocho horas, dependiendo de los lugares que se visiten.
Aunque son más caras, los grupos son reducidos, por lo que tendrás toda la atención del guía durante el viaje a Chantilly. Además, pueden incluir una comida y adaptarse a tus gustos y preferencias.
El precio de las excursiones a Chantilly suele rondar entre 120 y 350 € por persona, e incluyen el transporte y un guía. Por su parte, los tours familiares de un día a Chantilly, cuestan unos 330 € por adulto y son gratis para los niños.
El coste de una visita privada a Chantilly oscila entre 120 € y 400 € por persona, lo que depende del tamaño del grupo y el tipo de transporte, los lugares que se visiten y la duración del viaje.
Por otro lado, ten en cuenta que puedes saltarte la cola para acceder al palacio por un precio adicional de 17 € por persona.
Aunque no es tan conocido como el Palacio de Versalles o el Castillo de Fontainebleau, el Palacio de Chantilly está considerado como uno de los palacios más bonitos de los alrededores de la capital francesa.
Construido en el siglo XVIII, fue residencia de Enrique de Orleans, duque de Aumale e hijo del último rey de Francia. Por lo tanto, el palacio está cargado de historia y cuenta con una impresionante colección de arte.
Asimismo, las instalaciones se complementan con un jardín espectacular diseñado por el arquitecto paisajista André Le Nôtre, y alberga una gran canal y estanques.
Durante tu recorrido por los jardines del Palacio de Chantilly, también tendrás la oportunidad de visitar el Museo Condé. Allí encontrarás una de las mayores colecciones de pintura del país, así como una biblioteca con miles de libros y manuscritos únicos.
La colección del museo, creada por el príncipe Enrique de Orleans, duque de Aumale, se centra principalmente en los maestros italianos y franceses. Entre otras, verás obras de Sandro Botticelli, Rafael, Nicolas Poussin y Antoine Watteau.
Las carreras de caballos desempeñan un papel muy importante en la historia de Chantilly, por lo que te recomendamos visitar los Grandes Écuries (grandes establos), el más grande de Europa, así como el Museo del Caballo.
Los Grandes Écuries, obra maestra de la arquitectura del siglo XVIII, se encuentran en el recinto del palacio y todavía hoy se utilizan para entrenar a los caballos. Asimismo, ¡se realizan con regularidad demostraciones ecuestres que no te puedes perder!
El Museo del Caballo está dedicado a la historia y el arte equinos, así como a nuestra relación con los caballos.
Aunque Astérix no esté al mismo nivel que Mickey Mouse, el Parque de Astérix no tiene nada que envidiarle a Disneyland. Situado en Plailly, el parque temático está cerca de Chantilly, por lo que es un lugar ideal para visitar en familia.
Como era de esperar, el parque está ambientado en la emblemática creación de Uderzo y Goscinny, y se parece a la aldea gala de las páginas del cómic. Allí, encontrarás muchos personajes conocidos y podrás disfrutar de más de 40 atracciones y espectáculos de lo más divertidos.
La mejor época para visitar Chantilly es el verano, de junio a agosto. No obstante, durante la temporada alta puede haber mucha gente, por lo que una visita a finales de primavera o principios de otoño será más tranquila.