Cassis es un pequeño, pero precioso, pueblo portuario del sur de Francia que se remonta a la antigua época romana.
Esta encantadora localidad pesquera cuenta con los «fiordos de Francia», las imponentes calanques de piedra caliza que crean gargantas de relucientes aguas turquesas.
Cassis es un pequeño, pero precioso, pueblo portuario del sur de Francia que se remonta a la antigua época romana.
Esta encantadora localidad pesquera cuenta con los «fiordos de Francia», las imponentes calanques de piedra caliza que crean gargantas de relucientes aguas turquesas.
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Cassis es un pequeño, pero precioso, pueblo portuario del sur de Francia que se remonta a la antigua época romana.
Esta encantadora localidad pesquera cuenta con los «fiordos de Francia», las imponentes calanques de piedra caliza que crean gargantas de relucientes aguas turquesas.
Si haces una visita de un día a Cassis desde Marsella, te gustará saber que el trayecto lleva menos de una hora y, una vez aquí, podrás disfrutar de maravillas naturales, baños en el mar y vinos de calidad.
Cassis está situada al este de Marsella y limita con el mar Mediterráneo. Además, el litoral que atraviesa Cassis forma parte de la Costa Azul.
Desde Marsella, Cassis está a solo 40 minutos en coche por la A50 hasta la salida D559, que te llevará cerca del pueblo. Desde allí, solo tienes que seguir las indicaciones hacia el puerto.
El billete para el trayecto en autobús a Cassis cuesta menos de 2 euros y hay viajes varias veces al día. El autobús sale de la parada Prado Castellane y te bajarás en Augustin Isnard.
Las excursiones de un día a Cassis pueden durar entre cinco horas y media y nueve horas, aunque la mayoría duran alrededor de siete. Normalmente, no se incluye la recogida en el hotel y se establece un punto de encuentro en la ciudad, que suele ser el hotel Radisson Blu del Vieux Port de Marsella.
En la mayoría de los tours, el viaje comienza sobre las 9:00, aunque también existe la posibilidad de participar en una excursión de tarde que sale de la ciudad sobre las 13:00.
Los itinerarios pueden variar según la excursión a Cassis que decidas hacer, sin embargo, la mayoría tiene varios aspectos en común.
Te reunirás con el grupo en el centro de Marsella y haréis el viaje de 40 minutos en autobús o vehículo con aire acondicionado.
Cuando lleguéis, tendrás tiempo libre para pasear por el puerto, subir a un barco para ver las calanques, que son formaciones costeras de piedra caliza o, simplemente, probar el pescado del día en un restaurante del muelle.
Muchas excursiones llevan hasta la cima del acantilado del cabo Canaille, donde podrás hacerte fotos y obtener una perspectiva diferente de la bahía.
Una vez que hayas visto Cassis, puedes visitar otros destinos de la región, como Aix-en-Provence, Marsella o Bandol en tu excursión de un día.
Cassis se encuentra a poca distancia de Marsella, por lo que muchas excursiones añaden otros destinos al itinerario.
Esta excursión de un día te brinda la oportunidad de conocer la ciudad de Aix-en-Provence, cuya arquitectura es testimonio de las civilizaciones romanas que allí vivieron en el pasado. Además, en el corazón de la ciudad hay un mercado que puedes visitar para comprar riquísimos quesos franceses y aceite de oliva.
Continuando el viaje hacia Cassis, harás una parada en el cabo Canaille, que es el acantilado marítimo más alto del continente. Este ofrece la foto perfecta, ya que tiene vistas panorámicas de la bahía.
En la localidad de Cassis, puedes optar por realizar un recorrido en barco por las calanques. Estas son formaciones de piedra caliza que contrastan con el resplandeciente mar turquesa, y son una visita obligada si haces una excursión de un día a Cassis.
Por último, terminarás el día en Marsella en la basílica de Notre-Dame-de-la-Garde para disfrutar de unas vistas maravillosas de la localidad desde las alturas.
Si lo que te atrae de la Provenza son sus famosas uvas, hacer una excursión de degustación de vinos de Cassis y Bandol es la opción más adecuada para ti.
Comenzarás en el pueblo de Cassis con una relajante cata de vinos con vistas al resplandeciente mar Mediterráneo. Cuando llegue la hora de comer, dirígete al pueblo pesquero para probar su marisco fresco antes de continuar hacia los viñedos de Bandol.
La zona de Bandol es conocida por sus vinos tintos intensos y afrutados, y tendrás la oportunidad de probar algunos de los mejores vinos de la Provenza. Una vez que te hayas saciado, regresarás a Marsella, donde finalizará la excursión.
Las excursiones privadas exploran el precioso pueblo pesquero de Cassis y la famosa ciudad francesa de Marsella.
Lejos del bullicio de la ciudad, Cassis es un pueblecito antiguo que comenzó a habitarse entre el 500 y el 600 a. C., y ofrece unas horas de tranquilidad a todo visitante.
Aquí, tendrás la oportunidad de subirte a un crucero para contemplar las magníficas ensenadas rodeadas de calanques de piedra caliza.
Por último, regresarás a Marsella para realizar un recorrido turístico por la ciudad y visitar lugares emblemáticos como la basílica de Notre-Dame de la Garde.
Las excursiones de un día a Cassis y Aix-en-Provence incluyen el transporte de ida y vuelta desde un punto de encuentro en el centro de Marsella. Además, irás compañado/a por un conductor-guía. El precio inicial de este tour es de 130 €.
Por us parte, las visitas enológicas de un día a Cassis y Bandol duran 7 horas y su precio inicial es de 120 €, lo que incluye las tasas de visita y la degustación, el asesoramiento por parte de un experto en vinos y el transporte desde un punto céntrico de Marsella.
Finalmente, las excursiones privadas de un día a Cassis y Marsella incluyen un guía local, así como el traslado de ida y vuelta al hotel. En este caso, el precio parte de 317 €. Cabe señalar que si haces un recorrido en crucero en Cassis, esto corre por tu cuenta.
La principal atracción de Cassis son sus impresionantes calanques. Estas formaciones calizas datan de hace más de 120 millones de años y tienen una altura de más de 400 metros. Podrás ver varias calanques y disfrutar de un refrescante chapuzón en cualquiera de ellas.
Hay distintas formas de disfrutar de las calanques: con una caminata, en barco, en kayak o buceando bajo el agua. Si haces un recorrido en barco, podrás elegir el número de calanques a visitar (entre tres y nueve).
El puerto no es solo el punto de partida de las rutas para ver las calanques, sino una atracción en sí misma, ya que es precioso y está repleto de edificios de colores vivos y barcos pesqueros que bordean el agua.
Se construyó en el siglo I a. C. y los antiguos romanos lo utilizaban para pescar y extraer piedra caliza. Siéntate con una copa de vino en uno de los muchos restaurantes al aire libre y admira desde lejos la milenaria arquitectura del lugar.
Aunque técnicamente se puede visitar Cassis todo el año, el pueblo descansa durante los meses de invierno, cuando el turismo está en su punto más bajo tras las navidades. Durante los meses de enero y febrero, la mayoría de los restaurantes y hoteles permanecen cerrados.
Se puede salir a ver las calanques desde las 9:30 hasta las 18:00, dependiendo del operador.
El Parque Nacional de las Calanques, que alberga las famosas calanques, sufre a menudo incendios forestales y, a veces, tiene que cerrar. Conviene consultar la web oficial antes de ir al lugar.
Los meses de verano en Cassis son los más concurridos, pero también los mejores para ver las calanques. El agua alcanza temperaturas de 22,5 ºC en agosto, perfectas para refrescarse con el calor sofocante.
Asimismo, el tiempo en Cassis es cálido y agradable entre mayo y septiembre, con temperaturas que oscilan entre los 24 y los 27 ºC.
Sí, hay excursiones con salida desde otras ciudades del país: