Bergen es una ciudad que se adentra en el agua y está rodeada de fiordos y de siete montañas que se elevan hacia los cielos, como si las hubieran construido los antiguos dioses nórdicos.
Sin embargo, no te preocupes, porque por supuesto, ¡hay más cosas que hacer además de contemplar el paisaje!
Para empezar, puedes explorar algunos de esos bellos parajes, ya sea en bicicleta, en barco o a pie, y si el tiempo no te acompaña, siempre puedes cobijarte y elegir algún restaurante, museo o bar, ¡incluso uno hecho completamente de hielo!
De todos modos, sea cual sea la estación, aquí tienes algunas de las cosas imprescindibles que hacer y ver en Bergen, que harán que nunca quieras abandonar este tesoro noruego… ¡así que empecemos!
1 – Echa un vistazo a Bryggen
Ante todo, esta es una ciudad naviera que en su día fue uno de los mayores puertos marítimos del norte de Europa, así que basta un breve paseo por este histórico barrio portuario (o mejor aún, una visita a pie) para ver el impacto de esta industria.
Hileras y más hileras de casas coloridas invitan a los y las visitantes a explorarlas, al tiempo que muestran una historia de vida y negocios que se ha mantenido viva durante casi 1000 años.
Antiguamente, era el principal centro comercial de la ciudad y contaba con muelles y tiendas llenas de comerciantes que desarrollaban una importante actividad pesquera.
Irónicamente, este lugar en el que el agua es un elemento crucial ha sufrido varios incendios y, aunque la mayoría de los edificios actuales han sido reconstruidos, ¡la belleza y el encanto son los mismos!
2 – Pasa un rato con las criaturas marinas en el acuario de Bergen
Ahora que ya conoces la parte más importante del mar, ven a conocer algunas de las criaturas que viven en él… ¡aquí y en todo el mundo!
En el acuario de Bergen, donde más de 400 especies muestran los milagros de la vida submarina, te esperan tesoros tropicales y animales antárticos maravillosos.
En primer lugar, admira la explosión de vida y color en la extensa sección tropical, donde podrás ver peces de colores vivos junto a sus vecinos insectos y reptiles, entre los que se encuentran arañas o cocodrilos.
Después, pasea por el exterior para echar un vistazo a los pingüinos y leones marinos que holgazanean al aire libre… ¡y que tal vez realicen algún que otro truco!
En definitiva, no tendrás que contener la respiración para ver estos animales acuáticos… ¡pero puede que te dejen sin aliento!
3 – Obtén una dosis de guerra y paz en la fortaleza de Bergenhus
A pesar de su fachada relativamente sencilla, esta fue en su día una importante estructura defensiva de la ciudad, ¡aunque solo se utilizó un par de veces!
Pese a que se construyó en el siglo XVI, no fue hasta 1665 cuando recibió su primer ataque a manos de la flota naval holandesa. Siglos después, volvió a entrar en acción durante la II Guerra Mundial, esta vez como base de las fuerzas invasoras alemanas. A día de hoy, sigue siendo una oficina activa tanto para los militares locales como para los y las civiles, así como un punto de interés con vistas imponentes.
Asimismo, ha experimentado otra evolución, ya que se ha convertido en un lugar popular para conciertos y festivales; y tanto si vienes para asistir a un espectáculo como si solo quieres contemplar la rica historia del lugar, ¡seguro que te dejará de piedra!
4 – Observa todos los detalles de la torre Rosenkrantz
Si retrocedemos aún más en el tiempo, nos toparemos con esta maravillosa reliquia renacentista, donde podrás trasladarte directamente al pasado.
En la década de 1270, el rey Magnus el Legislador mandó construir esta estructura fortificada como residencia privada y todavía puedes visitar la capilla y el dormitorio originales de su época.
No obstante, también se ha reconstruido varias veces a lo largo de los años, ya que varios nobles la utilizaron con fines defensivos y políticos.
Hoy en día, podrás ver los puntos clave de un castillo popular y moderno, como cañones, salones reales e incluso una mazmorra para los huéspedes más alborotadores.
De todas formas, la torre sigue siendo la atracción principal y un testimonio sorprendente de los cambios sociales que experimentó la ciudad, que van desde las batallas políticas hasta el breve periodo de dominación danesa.
5 – Sube en el funicular Fløibanen para explorar el monte Fløyen
Lo único mejor que unas vistas agradables es una aventura hasta un lugar elevado donde puedas disfrutar de ellas… ¡especialmente si puedes coger un vehículo inusual para llegar hasta allí!
El monte Fløyen es uno de los picos más cercanos a la ciudad y cuenta con unas vistas espectaculares y una serie de senderos perfectos para hacer una caminata al aire libre.
Sin embargo, si no quieres hacer mucho esfuerzo (o si simplemente quieres probar una atracción emblemática), puedes quitarte un peso de encima y reservar un paseo en Fløibanen, el popular funicular que sube por la ladera.
Desde que se inauguró en 1918, este medio de transporte ha llevado a millones de aventureros y aventureras hasta la cima de una forma divertida y pausada, ya que te permite contemplar lentamente cómo cambian las vistas desde la ventana.
Por último, una vez que hayas gozado de todo el trekking, del tiempo de descanso en la cafetería o echado un vistazo a las cabras residentes, ¡podrás ver el paisaje a la inversa con un viaje de vuelta igual de hermoso!
6 – Ve de compras por el mercado del pescado
Puede que huelas este lugar antes de verlo… ¡pero espera a probar todo lo que te puede ofrecer!
Después de todo, una visita a este bullicioso centro de marisco fresco es una de las cosas imprescindibles que hacer y ver en Bergen por una razón: ¡tiene algunos de los mejores bocadillos de la ciudad!
Desde hace unos 800 años, este ha sido el punto al que acudir para evaluar los mejores especímenes extraídos del mar; ¡y solo hace falta un breve paseo entre los puestos para dejarse llevar por la emoción!
En medio del alegre clamor de los vendedores y pescadores que pregonan sus mercancías, puedes probar clásicos como la langosta, las patas de cangrejo y los pasteles de pescado, además de algunas ofertas más inusuales como la lengua de bacalao.
Por último, si quieres saborear un poco más la experiencia, acomódate en uno de los restaurantes cercanos y degusta algunos de los platos preparados por expertos.
Sin duda, este es un lugar que puede escamarte, ¡pero de la mejor manera posible!
7 – Contempla las vistas de la iglesia de Santa María
La iglesia, el edificio más antiguo de la ciudad y uno de los más bellos, ha sido durante mucho tiempo un lugar de reflexión y culto… ¡e incluso de emoción!
Se construyó a principios del siglo XII y ha seguido siendo un lugar de culto inquebrantable (a pesar de los incendios, las reformas y demás) con su enorme basílica y su imponente altar que exhiben cientos de años de obras de arte.
Además de su sorprendente antigüedad, hay muchos pequeños detalles que recompensan a los viajeros y viajeras curiosos, como las lápidas de clérigos y marineros que vivieron aquí y que se conservan con esmero o las cautivadoras estatuas de Moisés, San Pablo, Juan el Bautista y los doce apóstoles.
Finalmente, cuando las notas empiecen a bramar desde el órgano, ¡sentirás que te estás transportando a otro reino!
8 – Haz del mundo tu laboratorio en el centro de ciencias VilVite
Saca a relucir tu sentido de la curiosidad y dile a tu espíritu inquieto que te acompañe: ¡los necesitarás a ambos en VilVite!
En este extraordinario museo hiperinteractivo, encontrarás exposiciones infinitamente fascinantes que abarcan toda la emoción del universo y que van desde las profundidades del mar y las riquezas naturales del planeta hasta las maravillas siempre cambiantes de la energía y la tecnología.
Explora las extraordinarias rarezas del cuerpo humano, juguetea con las distintas partes de varios ecosistemas o hazte pasar por ingeniero o ingeniera y prueba versiones a pequeña escala de la energía hidroeléctrica.
Además, durante tu visita, te animarán a tocar, tirar, empujar y explorar a fondo los elementos de cada exposición… ¡eso es lo divertido!
9 – Conoce la ciudad a tu ritmo con los recorridos en autobús con paradas libres
Esta es una ciudad que no escatima en belleza y no hay nada como hacer un recorrido en autobús para verlo todo… ¡especialmente uno en el que puedas elegir en qué paradas te quedas!
Mientras paseas por los mejores museos y puntos turísticos, puedes bajarte en las paradas que te apetezcan, explorar el entorno a fondo y luego coger el siguiente autobús que pase.
Además, recibirás información a bordo y podrás disfrutar de unos horarios flexibles. En definitiva, esta será una gran aventura.
10 – Haz otro viaje memorable a la montaña a bordo del teleférico de Ulriken…
Hay más de una forma de llegar a la cima… ¡y eso es algo literal en esta ciudad!
Al igual que el funicular (consulta el punto 5), el teleférico de Ulriken te permitirá avistar el paisaje desde lo alto y te llevará hasta la cúspide del hermoso monte Ulriken.
No obstante, esta vez llegarás aún más alto, porque en lugar de subir pegado a la montaña, el vehículo se elevará por los aires, ¡a 643 metros de altura!
Admira cómo evoluciona el terreno bajo tus pies, desembarca en la cumbre, haz un poco de senderismo o come algo, ¡y pasa el tiempo contemplando el mundo que tienes debajo!
11 – Disfruta del agua con un paseo en barco
En una ciudad que ama tanto el agua como esta, querrás salir y explorar el entorno al estilo náutico, así que estás de suerte, porque sin duda hay muchos paseos en barco entre los que podrás elegir.
Navega por el magnífico fiordo de Mostraumen (consulta el punto 16), que está rodeado por todas partes de montañas y cascadas, o quédate más cerca de la ciudad y reserva un peculiar crucero histórico, en el que subirás a bordo de un velero de estilo tradicional y disfrutarás de un recorrido panorámico por el puerto… ¡y de una muestra de la vida vikinga!
Además, puedes aumentar los niveles de adrenalina con algunos paseos en lancha motora, en los que atravesarás los fiordos a toda velocidad… ¡y aún así verás muchas cosas!
En definitiva, estas son opciones especialmente divertidas para adentrarse en la naturaleza, ya que recorrerás velozmente los escarpados senderos acuáticos de los fiordos y te deleitarás con el paisaje que te rodea.
12 – Saborea el legado de la iglesia de madera de Fantoft
Esta iglesia, que posee un estilo inconfundible y una dosis perfecta de encanto nórdico, es algo más que un lugar religioso… ¡es una pieza vibrante de un mundo pasado!
Las iglesias de la duela fueron uno de los primeros métodos arquitectónicos y este edificio de varias capas, creado originalmente en 1170, es un excelente ejemplo.
Durante siglos, sirvió tanto de institución religiosa como de testimonio de una de las épocas más antiguas de la construcción en la región, pero, por desgracia, también fue víctima del mismo destino que muchos otros edificios de madera de la ciudad: un incendio la quemó hasta los cimientos en 1992.
Esta hermosa reconstrucción es prácticamente exacta a la original y, además, ofrece la oportunidad de ver cómo algunos de los primeros fieles de la zona crearon sus refugios.
13 – Maravíllate con el fiordo de Mostraumen
Ya que estamos hablando de maravillas naturales, el fiordo de Mostraumen es una de las zonas más espectaculares de la ciudad, ¡y eso es mucho decir!
Este lugar se encuentra a un corto trayecto en barco desde Bergen y es perfecto para hacer un crucero panorámico. Además, cada segundo del viaje se define por la belleza descarnada de la naturaleza… ¡incluso antes de llegar al fiordo en sí!
Durante el trayecto, atravesarás acantilados maravillosos y observarás cómo cambia el paisaje a tu alrededor, lo que genera unas vistas de ensueño, y al final, te llevarás un recuerdo especialmente memorable: ¡una ráfaga de agua ártica refrescante procedente de las cataratas cercanas!
14 – Conoce el mundo de marineros y comerciantes en museos históricos
Si quisieras volver a disfrutar de la vida marinera, admira las recreaciones de barcos, batallas y negocios del Museo Marítimo de Bergen… ¡por no hablar de las historias de aquellos que surcaron el mar! Durante dos mil años, las aguas que rodean la ciudad han sido escenario de triunfos y tragedias, y en sus olas se han cartografiado los principales momentos económicos de la historia de la humanidad.
Asiste a una representación de un entierro vikingo, fíjate en cada uno de los detalles de un antiguo barco de Oseberg y contempla la complejidad de varias maquetas pequeñas… ¡y después pasea por algunas versiones más grandes de los camarotes! Además, tendrás la oportunidad de homenajear a los muchos marineros que dirigieron estos buques, lo que incluye ahondar en las identidades LGBTQ y otros grupos marginados que se ganaron la vida en el mar.
Por su parte, ya que la gente lleva cientos de años haciendo negocios en Bergen, en el Museo Hanseático podrás ver ese proceso de cerca. Una vez aquí, recorrerás calles un poco inusuales, pero probablemente se deba a que son una reconstrucción perfecta del barrio comercial de la ciudad, donde tuvo lugar gran parte del comercio entre los años 1300 y 1700, época del apogeo de la Liga Hanseática, un destacado grupo de comerciantes alemanes que dominaban el tráfico marítimo de mercancías.
Asimismo, mientras paseas por varios edificios, podrás ver exactamente cómo los mercaderes dirigían sus negocios y comerciaban con pescado, cereales y otros bienes en el marco de una economía en rápido crecimiento en el norte de Europa.
¡Hay pocas formas mejores de disfrutar de una mirada envolvente al pasado!
15 – Pasea por Festplassen
Esta es una ciudad que, sin duda, sabe cómo divertirse a la manera tradicional.
Justo en el centro de Bergen, esta alegre plaza es conocida por ser uno de los principales espacios para festivales, celebraciones y todo tipo de eventos a lo largo del año; ¡nunca sabes cuándo podrás ver un hermoso proyecto de arte público o un enérgico concierto que llene el aire de melodías!
Además, si llegas en medio de grandes eventos, siempre podrás contar con esta plaza para pasarlo bien, porque es un lugar público que ofrece espectáculos en el maravilloso teatro al aire libre o magníficas vistas del lago cercano, entre otras muchas cosas.
16 – Navega en kayak
Reconozcámoslo: muchas de las cosas imprescindibles que hacer y ver en Bergen tienen que ver con el agua. Así que, ¿por qué no coges las riendas…? o mejor dicho, ¿por qué no coges el remo?
Si quieres adentrarte aún más en la naturaleza y familiarizarte con el agua por el camino, ¡las rutas en kayak son lo tuyo!
Flota en mar abierto, visita islotes y disfruta de nuevas perspectivas de las deslumbrantes montañas, o cambia las olas por aguas bravas y salta por las sinuosas corrientes de los ríos, lo que añadirá un poco de adrenalina a tu viaje.
Sin duda, en esta excursión, estarás literalmente como pez en el agua.
17 – Diviértete en Flåm
Si te alejas un poco de la ciudad, encontrarás una aldea tranquila que muestra lo mejor de la vida rural noruega… ¡y con mucho encanto propio!
Flåm, que cuenta con vistas dignas de cualquier libro ilustrado y un ambiente encantador, es quizás más famosa por su ferrocarril panorámico; pero tanto si viajas en tren, barco, coche o a pie, ¡te deslumbrarán totalmente las vistas que te rodean!
Pasea por el pueblecito y contempla las montañas y los fiordos o detente en el museo, que recoge la magnífica historia de los trenes y las empinadas vías que han contribuido a determinar el destino de la ciudad.
Además, puede que sientas la tentación de comprarte una casa mientras paseas por esta aldea de ensueño.
18 – Asómbrate en Sognefjord
Ya que estás por la zona, no puedes perderte una de las vistas naturales más famosas de los alrededores: ¡Sognefjord!
Este fiordo es el más largo y el más profundo del país, así que este lugar es una maravilla que no debes perderte, además del sitio perfecto para disfrutar de los paisajes épicos (y marinos) que han hecho tan famosa a la región.
También podrás visitar algunos de los primeros asentamientos de la zona, como Gudvangen, un pueblo de tejados cubiertos de hierba y casitas acogedoras que se remonta a la época vikinga.
En resumen, recibirás una buena dosis de todo lo que hace que esta zona sea tan querida, tanto ahora como en el pasado.
19 – Recorre lugares hermosos en bicicleta
Tanto en la carretera como en las profundidades del bosque, ¡disfrutarás del aire fresco y de las extraordinarias vistas que te ofrecen los tours en bicicleta!
Mientras pedaleas, podrás vivir toda una serie de aventuras, sobre todo si te alejas un poco de la ciudad para adentrarte en las zonas rurales.
Por otro lado, si lo que de verdad quieres es rodearte de naturaleza, ¡coge una bicicleta de montaña y contempla la descarnada belleza del bosque de Voss!
En definitiva, encontrarás senderos serpenteantes, densas arboledas e incluso algunas pozas secretas para nadar, lo que convertirá cada giro en una experiencia… ¡y además entenderás por qué este deporte se hizo tan popular!
20 – Asómate a la vida política en Gamlehaugen
Si lo tuyo son las residencias lujosas, no te pierdas este lugar, porque después de todo, ¡es literalmente digno de un rey!
El monarca de Noruega llama a este espléndido castillo su hogar cuando está en la ciudad y, desde sus suntuosos aposentos hasta los preciosos jardines exteriores, todo en él se centra en la belleza. No obstante, ten en cuenta que también ha sido sede de algunos acontecimientos nacionales muy importantes.
El edificio se construyó en 1899 y está inspirado en obras renacentistas más antiguas, con un toque de Art Nouveau. El resultado es un palacio hermoso que ha sido escenario de muchos momentos políticos importantes y ha acogido a Primeros Ministros y miembros de la realeza… ¡y a muchos invitados!
Además, podrás echar un vistazo al antiguo despacho de la primera ministra Christen Michelsen, que ayudó a la nación a independizarse cuando se separó de Suecia.
21 – Admira otro memorable espacio al aire libre en Hardangerfjord
En un viaje a Hardangerfjord, puedes ir a perseguir cascadas porque el camino a este espléndido monumento está lleno de preciosas cataratas y zonas boscosas que te permitirán vivir una aventura de ensueño.
Además, la recompensa será aún mayor cuando llegues al propio fiordo, el tercero más largo del mundo… ¡y sin duda uno de los más impactantes!
Si los acantilados y el agua no te encantan, el reluciente glaciar sin duda lo hará, por no mencionar las hermosas granjas y huertos frutales que añaden profundidad y encanto a la zona.
Por último, asegúrate de disfrutar de esa riqueza medioambiental con un refrescante vaso de la famosa sidra local.
22 – Contempla el paisaje a bordo de un hidroavión
Es estupendo ver todas estas maravillas naturales de cerca, pero también es importante admirar la imagen completa, así que con la emoción de surcar el cielo que te proporciona una excursión en hidroavión, obtendrás unas perspectivas realmente asombrosas.
Lo mejor de estos vuelos es su naturaleza híbrida, porque además de la alegría que te dará volar, también podrás disfrutar de unas vistas espectaculares desde el agua, que será donde despegarás y aterrizarás.
Asimismo, contemplarás los imponentes glaciares y fiordos, y verás sus ángulos y bellos detalles de una forma totalmente nueva.
Sin duda, esta es una de las cosas imprescindibles que hacer y ver en Bergen.
23 – Disfruta de la elegancia invernal todo el año en el bar Magic Ice
No hay nada como la alegría de salir por la noche en una ciudad nueva… ¡y en Bergen hay un lugar que es genial!
Abróchate la cremallera y elige tu cóctel frío favorito, porque el bar Magic Ice le dará un giro invernal a tu experiencia de beber.
En este lugar, tanto los vasos como las paredes o el propio bar están hechos de material helado, e incluso hay una galería de arte en toda regla con una gran variedad de obras maestras cinceladas.
Además, gracias a las luces de colores y la música festiva, este es uno de los espacios más animados de la ciudad… ¡y sin duda ofrece una hora feliz que no olvidarás en mucho tiempo!
24 – Adéntrate en el pasado en el Gamle Bergen Museum
Es hora de hacer otro viaje en el tiempo…. y ¡al paraíso de las termitas!
Es posible que hayas visto algunos de los preciosos edificios antiguos que hay por la localidad, que en realidad se remontan al siglo XIX, cuando Bergen era una de las mayores ciudades de madera de toda Europa.
A medida que recorres estas calles, te transportarás a esa época, a la que se añaden algunas aportaciones de los siglos XVIII y XIX.
Esta es tu oportunidad de explorar el barrio como si fuera nuevo, de entrar en casas y negocios que siguen en pie como hace cientos de años y de observar a una parte representativa de la ciudad ocupándose de sus asuntos. Además, puede que incluso hables con algunos lugareños y lugareñas… ¡o al menos con sus homólogos disfrazados!
Charla con las familias de los comerciantes y los políticos locales y conócelo todo sobre su vida cotidiana. A continuación, pasa por la plaza para ver la última obra de teatro, donde podrás asomarte aún más a la vida y los sueños de los y las habitantes de Bergen de hace más de 120 años.
Pocas veces la historia ha sido tan absorbente… ¡o tan profundamente entretenida!
25 – Haz una excursión a Oslo
Cambia un poco la dinámica con un viaje a la gran ciudad, un hervidero de cultura y estilo… y muchas rarezas, por supuesto.
Como capital de Noruega, Oslo es sin duda un lugar que merece la pena visitar y tiene el tipo de aventuras que pueden entusiasmar a todo tipo de turistas, ya que encontrarás desde jardines de esculturas hasta edificios elegantes y antiguos yacimientos vikingos.
Sin duda, encontrarás una increíble mezcla de épocas e ideas, ¡todo ello envuelto en un paquete cosmopolita que muestra lo mejor de Escandinavia!
26 – Relájate y explora el pequeño mundo de Nygårdsparken
Tal vez busques una forma algo más relajada de disfrutar de la naturaleza mientras estás en Bergen… ¡pues este parque desde luego no defrauda!
Se trata del mayor espacio verde urbano de la ciudad y, aunque sus influencias proceden de una combinación de estéticas europeas (como los jardines daneses o el elegante trazado inglés), es un elemento muy presente en la comunidad desde 1880.
El paisaje es tan agradable que puedes pasarte un día entero paseando en cualquier época del año, ya que en primavera y verano las flores son preciosas, en otoño los árboles se tiñen de colores, en invierno la nieve cubre el paisaje y la belleza del lago lo rodea durante todo el año: ¡un auténtico paraíso!
27 – Surca los cielos con un inolvidable vuelo en helicóptero
Hay otra forma estupenda de disfrutar del mundo desde las alturas… ¡y podrás elegir el paisaje!
Los vuelos en helicóptero te muestran casi todas las versiones del paisaje noruego y cada vista es más bella que la anterior. Además, aunque estarás lo bastante alto como para verlo todo, seguirás estando lo suficientemente bajo como para fijarte en los detalles individuales.
Elige entre la costa o las montañas (¡o ambas!), el hielo cambiante de los glaciares o las maravillas de los fiordos y las formaciones rocosas que se extienden bajo tus pies.
Asimismo, recuerda que podrás echar un vistazo a tu ciudad anfitriona mientras vuelas vertiginosamente por encima de ella.
28 – Vete de aventura a Trolltunga
Una excursión épica, una formación rocosa espectacular que sobresale al aire libre y unas vistas que parecen demasiado hermosas para ser reales… ¡toda la experiencia de Trolltunga es inolvidable!
Una de las rocas más bellas de todo el país, cuyo nombre se traduce como «Lengua de Troll», vigila el lago Ringedalsvatnet y cuenta con unas vistas imponentes que a menudo son el telón de fondo de sesiones fotográficas… ¡e incluso de alguna que otra boda!
Por supuesto, las grandes cosas llevan su tiempo y esta es sin duda una de las excursiones más extenuantes de la región: se trata de una caminata de todo un día que recorre 13,5 kilómetros en cada sentido a través de continuos desniveles y senderos agotadores.
No obstante, al final tendrás derecho a presumir, ¡y a disfrutar de unas vistas extraordinarias! Además, hay muchos tours en Trolltunga que podrás reservar si quieres conocer a fondo el lugar.
29 – Deleita tu paladar en los mejores restaurantes
Recorre la ciudad comiendo en algunos de los restaurantes más formales, donde el ambiente y la comida van de la mano; al fin y al cabo, ¡esta es una ciudad gastronómica de talla mundial!
Cada uno de estos lugares, en los que se utilizan ingredientes frescos y métodos de presentación innovadores, atiende a una sensibilidad culinaria diferente, así que lo pasarás en grande probando los resultados.
Puedes degustar los platos elegantes e internacionales de Allmuen Bistro o los platos ultrafrescos de 26 North Restaurant & Social Club, donde todos los ingredientes proceden directamente del exuberante entorno, tanto de la tierra como del mar.
Por otro lado, saborea una fresca comida italiana en Bien Centro o disfruta de platos exquisitos como confit de pato o wienerschnitzel en Bien Basar.
Por último, si te quedas con ganas de más, acércate en Bernard Torghandel, donde te esperan los mejores mariscos y pescados… ¡y con el océano como telón de fondo!
30 – Date un capricho navideño en Pepperkakebyen
Hay muchas cosas bonitas que hacer en Bergen durante las fiestas, pero ¿quién puede resistirse a un poco de alegría navideña?
Cada año, los y las habitantes se reúnen para crear un detallado decorado con trenes, barcos y casitas por las que discurren calles llenas de encanto, pero aquí viene lo mejor: ¡cada centímetro de esta pequeña ciudad está hecho enteramente de pan de jengibre! De hecho, es la mayor ciudad de pan de jengibre del mundo y un lugar perfecto para celebrar la Navidad: mágica, creativa ¡y dulce!
¿Cómo llegar a Bergen?
Tanto si viajas en avión como si lo haces en barco, hay muchas formas cómodas de llegar a la ciudad y nosotros podemos hacerlo aún más fácil.
Si vuelas directamente a Bergen, podrás reservar alguno de los traslados desde el aeropuerto de Bergen para ir y volver de la ciudad, ¡sin necesidad de esperar por taxis o autobuses!
En cambio, si viajas por la zona en un crucero, también hay fabulosas excursiones en tierra en las que podrás salir y explorar los puntos más destacados de la región y después volver a subir al barco.
¿Dónde alojarse en Bergen?
Por un lado, el Bergen Børs Hotel te mimará con su completo gimnasio y su bar de lujo, además de con el histórico edificio de la Bolsa al que tendrás unas vistas magníficas; ¡incluso disfrutarás de un poco de historia!
En cambio, si quieres centrarte en el mar, el Radisson Blu Royal Hotel te ofrece una residencia colorida y acogedora justo al lado del muelle, además de su propio restaurante y discoteca que cubrirán todas tus necesidades de cena y baile.
El Zander K Hotel combina estilo y proximidad a algunos de los lugares más importantes de la ciudad, como el acuario y la Universidad de Bergen… ¡además de que cuenta con su propio bar de vinos!
Por otro lado, en Citybox Bergen City, podrás experimentar la vida cosmopolita. Para ello, abre la puerta y adéntrate en el bullicioso corazón de la ciudad, ya que Byparken, el Museo de Arte de Bergen y otros tesoros están justo en el barrio.
Por último, también puedes tratar de vivir una aventura única en el Augustin Hotel, ya sea tomando un vino en la bodega de 400 años de antigüedad, disfrutando de las obras de artistas noruegos que decoran las paredes o merodeando por el mercado de pescado que se encuentra a escasos metros.
¿Visitas Bergen con poco presupuesto?
Como ya hemos dicho, puedes explorar esta ciudad con casi todos los medios de transporte imaginables, ¡incluidos tus propios pies!
Los free tours en Bergen hacen que sea más fácil que nunca conocer la ciudad, ya sean sus emblemáticas montañas y sus característicos barrios o sus numerosas industrias y su cultura local. Además, tendrás la ventaja añadida de pasar el rato con un guía local que conoce todos los entresijos de la ciudad y que puede darte ideas de qué hacer.
Por último, recuerda llevar algo de dinero en efectivo para darle propina.
¿Adónde ir después?
Hay muchos otros tesoros noruegos que explorar una vez que hayas terminado en Bergen, que van desde la gran ciudad a la encantadora aldea.
Por supuesto, Oslo es perfecta para vivir una experiencia urbana completa, ya que alberga museos extravagantes, arte urbano y todas las ofertas musicales, teatrales y gastronómicas que cabría esperar de una ciudad tan dinámica.
Por otro lado, siente el verdadero sabor del Ártico disfrutando de lo mejor que ver y hacer en Tromso, una pequeña ciudad donde los trineos tirados por perros, las catedrales surrealistas e incluso un troll o dos pueblan la escena.
Finalmente, debes saber que hay muchos otros lugares que visitar en Escandinavia, desde grandes ciudades a montañas y desde pueblecitos a espacios naturales abiertos. En definitiva, rápidamente comprenderás por qué esta región se ha hecho tan querida por visitantes y lugareños.
Reflexiones finales
Si te gusta la belleza y la aventura, no te pierdas las cosas imprescindibles que hacer y ver en Bergen. Además, podrás conocer muy bien la ciudad y, tanto si exploras su pasado cuidadosamente conservado (o reconstruido) como si disfrutas de todos sus atractivos presentes, pronto te darás cuenta de que este es un lugar que tiene encanto natural y cultural; y por suerte para ti, ¡podrás experimentarlo todo!