La Toscana es el epítome de un edén italiano, además de un destino que ha inspirado a artistas, poetas, pensadores y soñadores.
El paisaje, que va desde la campiña hasta la costa, está repleto de colinas onduladas, valles interminables, olivares, huertos frutales, ciudades en lo alto de las laderas y bahías de aguas cristalinas.
Escápate a los viñedos y prueba el vino más delicioso de Italia, explora aldeas medievales y relájate bajo el sol toscano en un entrañable pueblo costero.
Además, la arquitectura y las ruinas, cuya historia se remonta a la civilización etrusca (el primer pueblo de la región), te dejarán sin palabras, ya que sus estructuras y facetas datan de la prehistoria, de la época romana y, por supuesto, de la infame familia Médici.
Por otro lado, maravíllate ante catedrales espectaculares, murallas de antiguas fortalezas y palacios decorados con el esplendor italiano. Sin duda, el arte que encontrarás por esta zona gritará la palabra Renacimiento y tendrás la oportunidad de contemplar obras originales de maestros como Leonardo Da Vinci (que nació en la Toscana), Miguel Ángel y muchos más.
La región se encuentra en el centro de Italia, su capital es Florencia y Roma está a tres horas, y con tantas cosas que hacer y lugares que visitar en la Toscana, desearás pasar al menos tres días en la zona.
Por lo tanto, a continuación te dejamos algunas de las mejores ciudades, pueblos, aldeas y parques para que empieces a familiarizarte con la Toscana.
1 – Haz tu primera parada en Val d’Orcia
Los sueños toscanos se materializan aquí y llegar a Val d’Orcia es como adentrarse en una postal italiana: carreteras bordeadas de altos cipreses y ondulantes colinas verdes.
Este lugar, situado en la provincia de Siena, cerca de Grosseto, lo atraviesa el río Orcia, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y ofrece paisajes rurales y rústicos salpicados de tierras de labranza, viñedos, arboledas y estructuras medievales que se remontan a siglos atrás.
Los pueblos agrícolas de los alrededores, que se consideran un excelente ejemplo de las características periódicas del Renacimiento, te dejarán sin aliento. Castiglione d’Orcia, Montalcino y San Quirico d’Orcia son pueblos de la zona que merece la pena visitar y, por supuesto, no te olvides de Pienza, donde se produce uno de los quesos pecorinos más deliciosos que jamás hayas probado. Mientras estés en este último lugar, acuérdate de acercarte a la catedral de Pienza, a la Piazza Pio II (la plaza del pueblo) y al palacio de estilo renacentista, conocido como Palazzo Piccolomini.
Asimismo, este es un punto de encuentro gastronómico, por lo que te aconsejamos que te des el gusto de probar el mejor aceite de oliva virgen extra, trufas, azafrán, aceitunas, castañas, vino y queso de la región. Por otro lado, recuerda que las catas de queso y vino son populares durante las excursiones por el Val d’Orcia desde Florencia.
Finalmente, otros lugares que podrás recorrer son los emblemáticos Cipressi di San Quirico d’Orcia (cipreses de san Quirico) y la solitaria Cappella della Madonna di Vitaleta.
2 – Quédate, explora y come lo que te apetezca en Florencia
Es curioso que muchas personas piensen que la Toscana forma parte de Florencia, cuando en realidad es al revés, pero ¿quién puede culparte cuando hay un sinfín de cosas que ver y hacer en Florencia?
Firenze (como también se la conoce), la fundó Julio César hacia el año 59 a.C. y adquirió su fama de ciudad de artistas en los siglos XV y XVI, durante el reinado de los Médici, y en ella nació la Era del Renacimiento.
Hoy en día, miles de personas acuden aquí para recorrer los edificios y monumentos antiguos y deleitarse en un mundo artístico y maravilloso. Primero, visita el duomo de Florencia (la catedral), que se erigió entre 1296 y 1436, y los demás edificios del complejo religioso, incluido el baptisterio de san Juan. Asimismo, divisa las estatuas de Donatello que decoran la ciudad y explora la Galería de los Uffizi, donde se exponen obras de Leonardo Da Vinci, Rafael y Miguel Ángel.
Otros lugares históricos que debes añadir a tu itinerario turístico son la Piazza della Signoria, la basílica de santa Maria Novella, la basílica de Santa Croce y el Ponte Vecchio, es decir, el Puente Viejo, que cruza el río Arno.
Aparte, encontrarás muchos otros grandes museos en Florencia, como el Museo Casa di Dante, la Galería de la Academia y el Palazzo Bargello, o podrás participar en otras visitas y actividades culturales en Florencia.
Finalmente, accede al emblemático mercado de san Lorenzo (el mejor lugar para comprar artículos de cuero), asiste a un concierto en directo de tu artista o grupo internacional favorito en el Firenze Rocks y embárcate en tours gastronómicos para conocer a fondo la capital.
3 – Báñate en las aguas curativas de Saturnia
Ten la cámara a mano cuando hagas una excursión a Saturnia, donde terrazas de aguas termales de color blanquecino caen en cascada en piscinas que rodean casas de piedra y que se encuentran entre arbustos silvestres bañados por el sol.
Saturnia, una localidad termal que no muchos conocen, está dentro de la región de la Maremma y es una pequeña ciudad antigua cuyos orígenes se remontan al año 60 a.C. Sus primeros pobladores fueron los griegos, luego los etruscos y, más tarde, los romanos, por lo que es intrigante ser testigo de la amalgama de estilos que hay en el pueblo. Por lo tanto, echa un vistazo a la fortaleza aldobrandesca, la iglesia de santa Maria Maddalena y el museo arqueológico para conocer la cronología en persona.
Sin embargo, son las piscinas termales naturales las que maravillan a los y las visitantes, pero no te preocupes, porque hay unas cuantas en la zona, algunas abiertas al público y otras que forman parte de balnearios. Las Cascadas del Molino, que constan de siete piscinas geotérmicas y una cascada, son las más populares, ya que son gratuitas y públicas.
Por otro lado, Terme di Saturnia, otra fuente termal, forma parte de un complejo privado, un destino idílico para parejas. La propiedad cuenta con cinco piscinas, una de las cuales es la principal y alcanza temperaturas de 37,5 °C. Además, su parque termal está justo al lado de la estancia.
4 – Asiste al famoso desfile de Viareggio
Cambia los terrenos rurales por un entorno costero en la ciudad balneario de Viareggio, donde el famoso carnaval es el que la ha situado en el mapa.
La localidad se encuentra en el norte de la Toscana, está enclavada en la Riviera della Versilia, floreció hace siglos como pueblo pesquero y, más tarde, resurgió como lugar de vacaciones. Sus orígenes se remontan al siglo XI, por lo que hay muchos edificios históricos y lugares de interés que visitar. Por otro lado, durante los últimos siglos, aparecieron por la ciudad una gran variedad de estructuras modernas de estilo Art Decó, como la Villa Argentina y la Villa Paolina.
Asimismo, te animamos a que acudas al Museo de la Marina Alberto Gianni y a caminar por el paseo marítimo de Viareggio, donde decenas de cafés, tiendas y bares se alinean en las calles adoquinadas, incluido el famoso Gran Caffè Margherita.
Desde 1873, el Carnaval anual de Viareggio colorea las calles de la ciudad, por donde desfilan decenas de carrozas artísticas y máscaras hechas de papel maché. Además, para conmemorar esta fiesta popular reconocida en todo el mundo, en 2001 se inauguró el complejo La Cittadella del Carnevale, donde también se encuentra el Museo del Carnaval, en el que se exponen algunas de las creaciones de papel maché más originales, así como una librería y talleres de papel maché.
5 – Haz que Lucca sea tu destino principal en el norte de la Toscana
Viaja en el tiempo y visita la histórica Lucca, famosa por sus murallas conservadas en el casco antiguo.
La construcción de estas fortificaciones se empezó en la época romana, en el año 180 a.C., siguió en el Renacimiento y, finalmente, se concluyó entre los siglos XVII y XIX. Por este motivo, la «Mura di Lucca», que rodea el casco antiguo a lo largo de 4,2 kilómetros, ostenta el título de una de las murallas mejor conservadas de Europa y su rica historia es objeto de gran admiración, tal y como demuestran las diversas estructuras y monumentos de distintas épocas.
Entre las cosas que hacer en Lucca, puedes recorrer las murallas por un sendero que conecta 11 bastiones de piedra y ladrillo, explorar la Piazza dell’Anfiteatro (antaño un anfiteatro romano convertido en plaza de la ciudad en años posteriores), subir 230 escalones hasta la cima de la torre Guinigi, del siglo XIV y de 45 metros de altura, e imaginar la vida de las primeras civilizaciones al explorar las numerosas iglesias, catedrales y torres.
Por otra parte, el Museo Puccini está dedicado a la vida de uno de los genios musicales más famosos de Italia, ya que aquí nació el compositor Giacomo Puccini. Además, si estás en Lucca en julio o agosto, te animamos a que asistas al Festival Puccini anual, que celebra algunas de las mejores representaciones de ópera del artista.
Otro festival épico que tiene lugar cada año es el Lucca Summer Festival, de un mes de duración, en el que han actuado artistas internacionales como Robbie Williams, Placebo, Norah Jones y Kiss.
En definitiva, la ciudad, situada en las estribaciones de los Alpes Apuanos, puede convertirse en tu destino principal o visitarse en una excursión de un día, por ejemplo, en una excursión a Lucca desde Florencia o en una excursión a Lucca desde Livorno.
6 – Revive los sueños de la infancia en Collodi
Siente cómo la magia está en el aire de esta pequeña ciudad, que se sitúa en la región de Lucca y que inspiró uno de los mayores cuentos infantiles de todos los tiempos: Pinocho.
La historia, publicada en 1883 por el autor italiano Carlo Lorenzini (que cambió su seudónimo por Carlo Collodi), narra la historia de un carpintero llamado Geppetto que vivía en una pequeña aldea de la Toscana y fabricaba una marioneta de madera que cobraba vida.
Como el padre de Carlo Lorenzini trabajaba en la gran Villa Garzoni, del siglo XVII, se cree que Collodi inspiró el cuento que dio lugar a Las aventuras de Pinocho. Además, en este lugar también podrás visitar el cuidado jardín italiano, la Casa de las Mariposas y, para añadir más autenticidad, el Parque de Pinocho, que cuenta con un museo interactivo y atracciones temáticas.
El pueblo, considerado una aldea medieval, es diminuto, sus casas y calles estrechas y empedradas están construidas sobre las colinas y el Antica Rocca (antiguo castillo) hace a veces de fortaleza.
7 – Excursión de un día a San Miniato
Si has elegido la capital como tu destino principal para visitar la Toscana, la ciudad de San Miniato es una excelente parada si reservas una excursión de un día a Pisa desde Florencia, ya que las vistas del valle, la arquitectura histórica y las trufas blancas (famosas en la zona) te maravillarán.
El pueblo, construido sobre tres colinas que se extienden entre los ríos Egola y Elsa, conserva los orígenes de las civilizaciones etrusca y romana en sus fortalezas, torres, catedrales, iglesias y museos.
Además, aquí encontrarás la torre Rocca di Federico II, que lleva el nombre de un emperador romano y que se erigió entre 1217 y 1223, se destruyó durante la II Guerra Mundial y se reconstruyó en 1969. Por lo tanto, sube las escaleras que llevan hasta la cima y disfruta de unas vistas inolvidables de la ciudad, el río Arno y los extensos valles que se extienden bajo tus pies.
Otros monumentos importantes son la catedral del siglo XIII, la plaza del seminario, la catedral de santa Maria Assunta (construida en el siglo XII), el Museo Diocesano de Arte Sacro de San Miniato y el conservatorio santa Chiara.
Por último, recuerda que, en los últimos años, se ha convertido en un destino popular para el trabajo del cuero, así como para la búsqueda de trufas, que se recolectan en los bosques cercanos y a las que se les dedica la Exposición Nacional de la Trufa Blanca en San Miniato, en noviembre.
8 – Tacha Pisa, incluida en la lista de la Unesco, de tu itinerario
Pisa es un lugar que se encuentra en la costa oeste de Italia, en la desembocadura del río Arno, pero que en realidad no necesita presentación. ¿Estás pensando en cosas que hacer y lugares que visitar en la Toscana? Pisa es lo que estabas buscando.
En esta pequeña ciudad, que está repleta de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, las cosas que podrás hacer son incomparables a las de muchas otras ciudades y pueblos de la Toscana, entre las que se encuentra visitar la torre de Pisa o la prestigiosa universidad (la propia ciudad se denomina ciudad universitaria).
En primer lugar, ve a la Piazza del Duomo (apodada la «plaza de los milagros»), donde se encuentran cuatro de los monumentos más destacados: la catedral de Pisa, de estilo románico (fundada en 1064), el precioso baptisterio de san Juan Bautista, construido completamente en mármol entre 1152 y 1363, el Museo dell’Opera del Duomo (inaugurado en 1986) y, por supuesto, la mundialmente famosa torre inclinada, que está situada justo al lado de la catedral y cuya construcción llevó unos 200 años. Además, debes saber que su famosa estructura inclinada se debe al desplazamiento del terreno blando bajo su superficie, que comenzó a moverse a los cinco años de su construcción. Para acceder a ella, sube los 273 escalones que hay hasta la cima del campanario (de 56 metros de altura).
Después, pasea por el río Arno, visita museos como el Museo dell’Opera del Duomo y el Museo delle Sinopie, recorre la Piazza dei Cavalieri y admira el Palazzo dell’Orologio.
Por último, recuerda que hay excursiones a Pisa desde Florencia (Florencia está a una hora y media en coche) y excursiones de medio día a Pisa desde Livorno (Livorno está a 30 minutos).
9 – Explora el Parque Regional de los Alpes Apuanos
Si ya has bebido suficiente vino, comido demasiada pizza y explorado los interminables monumentos antiguos, deléitate con un día (o un par de horas) en la naturaleza: recorre las rutas de senderismo (que se abren para esquiar en invierno) y los terrenos áridos de este Geoparque Mundial de la Unesco.
El Parque Regional de los Alpes Apuanos, situado entre Lucca y Massa Carrara, limita con 19 municipios (como Versilia, Castelnuovo di Garfagnana, Fivizzano y Montignoso) y es el sueño de cualquier amante de la aventura.
El senderismo por el Parco Alpi Apuane, privilegiado por su biodiversidad única, te abre las puertas a un mundo de fauna singular, ya que podrás avistar águilas reales, corzos y zorros, y flora excepcional, como hayas y robles, castaños y, por supuesto, los Alpes Apuanos.
Las principales montañas del parque regional son el monte Corchia, el monte Pisanino, el monte Cavallo, el monte Tambura y la Pania della Croce.
Además, si miras a tu alrededor, podrás contemplar canteras jaspeadas, laderas escarpadas, lagos (como el lago di Isola Santa) ¡y una extensa colección de 1300 cuevas! Aparte, hay tres cuevas abiertas para visitas guiadas, pero Antro del Corchia (en Levigliani) es la más frecuentada y conocida, está situada en el parque del Corchia y cuenta con más de 20 entradas diferentes al sistema de cuevas, que abarca 70 kilómetros.
Por otro lado, te recomendamos que explores las cuevas cársticas de la Grotte di Equi Terme, que te ofrecen un mundo de actividades, o que visites la Grotte del Vento, en Fornovolasco.
Finalmente, recuerda que el jardín botánico Orto Botanico delle Alpi Apuane «Pietro Pellegrini» es un lugar ideal para empezar esta maravillosa aventura.
10 – Visita la famosa ciudad balneario de Montecatini Terme
Es hora de relajarse y rejuvenecer en Montecatini Terme, una de las cinco mejores y más románticas ciudades balneario de Italia, donde los baños termales son una prioridad.
Este espacio, también conocido como el parque termal, es uno de esos lugares que permiten hacerse una idea real de cómo era la vida en la época romana, aunque no fue hasta más tarde, en el siglo XVIII, cuando empezaron a tomar forma los primeros complejos termales abiertos al público.
Las aguas curativas y calentadas de forma natural de estos lugares son ricas en minerales, y no solo puedes disfrutar de un baño reparador, sino que también puedes beber el propio agua.
Además, hoy en día, tienes la opción de acceder a baños termales públicos o a docenas de hoteles balneario que tienen sus propios baños termales privados para los huéspedes.
El complejo Terme Excelsior, que utiliza las aguas de los manantiales de Tettuccio, Regina, Leopoldine y Rinfresco, está en el centro de Montecatini. Dentro de él, está el balneario Tettuccio (que se centra en terapias para beber agua) y el balneario Redi, donde puedes sumergirte en aguas de hasta 33 °C.
Finalmente, otras actividades que puedes probar en Montecatini Terme son subir en el antiguo funicular hasta el pueblo medieval de Montecatini Alto, explorar la Grotta Maona (una cueva cárstica situada a un kilómetro del centro de la ciudad) y comprar en el mercado o en sus elegantes tiendas.
11 – Disfruta de los deportes de motor en Scarperia y San Piero
A solo 25 kilómetros al noreste de Florencia, podrás descubrir una de las ciudades más recientes de la Toscana, ya que se constituyó como municipio en 2014. Antes de esto, Scarperia y San Piero (situados en la campiña de Mugello) eran dos barrios separados y cada uno era un pueblo medieval, pero los dos convergieron juntos hace una década. Además, ahora actúan como una sola ciudad, la cual es una delicia para los y las amantes de la arquitectura.
En los alrededores de Scarperia, echa un vistazo al Palazzo dei Vicari, del siglo XIV (la plaza principal) y, después, dirígete a las orillas de San Piero y visita la parroquia de San Pietro y la Villa del Trebbio, que era de los Médici.
Por otro lado, debes saber que Scarperia también es famosa por la fabricación de cuchillos y por el venerado autódromo de Mugello ¡donde se celebra el Gran Premio de Italia! Este circuito, de 5,2 kilómetros, celebró sus primeras carreras en 1914 y en él puedes ver todo tipo de deportes de motor, como carreras de coches y motos, en cualquier momento del año.
12 – Haz una cata de vinos en Chianti
Luna de miel, parejas de enamorados y amantes del vino, todo esto lo hay en Chianti, un lugar situado en el corazón de la Toscana y conocido por su famosa región vinícola, está gritando tu nombre. Las experiencias más fabulosas para hacer una cata de vinos en la Toscana están a la vuelta de la esquina.
Imagínate colinas verdes, onduladas e infinitas, valles con viñedos, granjas de piedra, villas de ensueño y calles con multitud de deliciosos manjares que combinan a la perfección con una copa de vino: Chianti te ofrece eso y más. Asimismo, ten en cuenta que esta es una región situada entre Florencia y Siena, y que podrás elegir entre un gran abanico de excursiones de un día a Chianti desde Florencia, así como excursiones a Chianti desde Siena.
Las principales ciudades de la región son Greve, Castellina, Radda, Gaiole y Panzano, y en ellas podrás disfrutar de las mejores catas de vino de la Toscana, ya sea recorriendo los viñedos, saboreando maridajes de queso y vino o entrando en las bodegas para conocer a fondo el proceso de fabricación, que va desde la uva hasta la botella. Además, recuerda que hay un complejo vinícola: ¡el Castello di Meleto!
Por último, debes tener en cuenta que las bodegas más destacadas están en el Castello di Brolio, el Castello di Querceto, la Fattoria di Montecchio y la Fattoria Viticcio. Aparte, como se trata de una de las zonas más visitadas de la Toscana, hay excursiones a Chianti desde Livorno, Lucca y Pisa.
13 – Contempla los famosos frescos de Prato
Te damos la bienvenida a la segunda ciudad más grande de la Toscana (que se encuentra a solo 30 minutos de Florencia) y cuyo casco antiguo alberga tesoros históricos y culturales que harán que te enamores de la auténtica esencia europea.
Aquí encontrarás castillos, fortalezas, torres y frescos que datan de los tiempos etruscos y medievales, como el Castello dell’Imperatore, construido entre los años 1237 y 1247, y la grandiosa Villa La Magia, de los Médici.
Recorre el centro de la ciudad, empezando por la catedral de san Esteban (los maestros Donatello y Michelozzo diseñaron su púlpito y en su interior contiene frescos de Filippo Lippi) y su plaza, la cual se encuentra frente a la iglesia.
Por otro lado, disfruta de un momento de tranquilidad y pasea alrededor de la Fontana del Bacchino (o fuente del Joven Baco) o accede al Palazzo Pretorio (de la época medieval), donde se encuentra el Museo di Palazzo Pretorio, con obras de muchos artistas italianos famosos.
Finalmente, otros lugares históricos que merece la pena visitar son la iglesia de san Francesco, el Castello dell’Imperatore, Santa Maria delle Carceri, la iglesia de san Domenico y el museo de pintura mural.
14 – Sigue los pasos del genio de Vinci
¿Adivinas de dónde viene el nombre de la ciudad de Vinci? Exacto. Como lugar de nacimiento de uno de los mayores artistas de la historia, Leonardo da Vinci, el pequeño municipio toscano de Florencia gira en torno a todo lo relacionado con él.
La ciudad, con sus ondulantes olivares como telón de fondo, es el centro del paisaje, así que sumérgete en un mundo de mecánica, diseño, arte e historia mientras descubres obras reales del maestro y echas un vistazo introspectivo a la vida del inventor, arquitecto, tecnólogo, artista y hombre del Renacimiento.
Primero, dirígete directamente al Museo Leonardiano de Vinci (el museo de Leonardo da Vinci), que se extiende e instala entre dos edificios principales: el Castello dei Conti Guidi y la Palazzina Uzielli. En esta última, el tema principal es «Leonardo, el tecnólogo e ingeniero», hay instalaciones de vídeo y el foco se pone sobre la maquinaria, la tecnología textil, los relojes mecánicos y los estudios anatómicos.
En cambio, sus intereses por la guerra, la arquitectura, la mecánica y el vuelo se destacan en el interior del castillo, donde encontrarás secciones dedicadas a sus dibujos de paisajes, su interés por la hidráulica y su infancia.
Además, a tres kilómetros del centro de Vinci se encuentra la granja donde Da Vinci nació en 1452 y se crio, y en ella hay proyecciones, exposiciones y escenas recreadas de la historia de su vida.
Finalmente, debes saber que en verano, se celebra en esta localidad el mayor festival de fantasía de Italia, la Festa dell’Unicorno, y se anima a disfrazarse de hadas, elfos y todo tipo de criaturas místicas imaginables.
15 – Saca tu lado romántico en San Casciano in Val di Pesa
Te damos la bienvenida a la puerta de entrada a la región de Chianti, San Casciano in Val di Pesa, que está convenientemente situada a solo 15 kilómetros al sur de Florencia y que fue antaño una de las principales vías de comunicación entre Florencia, Siena y Roma.
Hace siglos funcionaba como un pequeño pueblo comercial, pero la ciudad de Florencia lo empleó como fuerza de defensa adicional en el siglo XV, cuando se levantaron sus murallas de ladrillo de piedra. Además, como se trata de un lugar muy local e impregnado de tradiciones, y es el arte, la comida y la cultura lo que más te gustará disfrutar.
Dentro del Museo Giuliano Ghelli (situado en la iglesia de santa Maria del Gesù), hay tres exposiciones principales: la colección de arte sacro, la de arte contemporáneo y una sección arqueológica. La iglesia de santa Maria del Prato, del siglo XIV, es otro lugar que alberga una maravillosa colección de artistas consagrados, así que no te la pierdas.
En definitiva, si vas de camino a Chianti, haz una parada aquí para tomar un caffè, un gelato o un almuerzo ligero en una trattoria tradicional, o reserva un paseo en globo aerostático por la Toscana, que te permitirá sobrevolar la hermosa ciudad y contemplar unas vistas panorámicas de la región.
16 – Explora San Gimignano, la ciudad de las 100 torres
San Gimignano lo podrás ver desde un kilómetro de distancia: todo lo que tienes que hacer es fijarte en las altas torres que sobresalen por la ladera y que se extienden hacia el cielo.
Este pueblo de la Toscana, considerado la «ciudad de las 100 torres», es el sueño de cualquier amante de la arquitectura, ya que conserva sus imponentes 13 torres del siglo XIV, así como palacios medievales, estructuras y restos excavados que datan del año 63 a.C., época de las conquistas romanas. Además, la localidad tiene un pasado muy interesante, que va desde ser una floreciente ciudad comercial hasta vivir un declive general de la libertad económica.
En cuanto a las torres, se conservan 13 de las 72 originales (erigidas por la élite de la ciudad como símbolo de su riqueza y poder) y algunos ejemplos son la Torre Grossa (la más alta), Campanile della Collegiata (conocido como el campanario de la Colegiata), la Torri degli Ardinghelli, la Torre dei Becci, la Torre Campatelli, la Torre Chigi, la Torre dei Cugnanesi, la Torre del Diavolo (torre del Diablo) y la Torre Ficherelli o Ficarelli.
Por otro lado, el duomo de San Gimignano es otra pieza de excelente arquitectura medieval donde las y los visitantes siempre quedan maravillados por los frisos, frescos, pinturas, altares y capillas de su interior.
Asimismo, las excursiones de un día desde Florencia (a 55 minutos) o Siena (a 40 minutos en coche) permiten explorar más de 10 iglesias y catedrales, sus museos e incluso ruinas antiguas a las afueras de la ciudad. Aparte, puedes reservar excursiones a San Gimignano desde Pisa y desde Livorno, y aprovechar los productos frescos locales de este lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
17 – Aventúrate por la Riviera Apuana
Cuando en la Toscana las temperaturas se disparen hasta los 40 °C durante el apogeo del verano, podrás combatir el calor en la Riviera Apuana, que se extiende 20 kilómetros hacia Liguria.
La tranquila costa, situada entre los ríos Versilia Magra y los Alpes Apuanos, se asienta sobre el mar Tirreno, lo que la convierte en un punto clave para realizar actividades acuáticas y disfrutar de los días de playa desde abril hasta septiembre.
Si eres diseñador o diseñadora de interiores, esta zona te encantará, porque el codiciado mármol de Carrara procede de aquí, y podrás reservar excursiones en jeep hasta el corazón de las canteras de mármol blanco en Colonnata o un tour en bicicleta.
Las principales canteras de Carrara son la de Fantiscritti, Gioia, Torano y Ravaccione, así que acércate a ellas y fotografía el espectacular «arte urbano» moderno que ilustra los espacios.
Asimismo, merece la pena visitar algunos museos que arrojan luz sobre el arte y la historia del mármol, como el ineludible Museo CARMI (Museo Carrara y Miguel Ángel), el Museo Cívico del Mármol y el Museo Gigi Guadagnucci.
¿Quieres pasar la noche en esta localidad? Marina di Massa es el lugar perfecto en el que hacerlo, ya que se encuentra junto a la costa. Una vez aquí, sal a pescar en el Pontile di Marina di Massa o date un festín con el marisco más fresco. Por otro lado, también te animamos a probar la manteca de cerdo de Colonnata.
Finalmente, no te olvides de visitar o alojarte en otras ciudades populares de la región, como Antona y Montignoso.
18 – Visita el cañón de Garfagnana y Valle Medio del Serchio
Si quieres explorar el camino menos transitado, navega hasta una zona entre los Apeninos y los Alpes Apuanos donde se asienta la región de Garfagnana, cuyas tierras están atravesadas por el río Serchio.
Gracias a su ubicación en el Valle Medio del Serchio, esta parte de la Toscana parece un mundo desconocido y está considerada como una de las ciudades de montaña más hermosas del país, ya que cuenta con multitud de pueblos que explorar y aventuras al aire libre, que van desde el senderismo hasta ciclismo.
Barga, que data de la época romana y cuenta con edificios de fuerte influencia medieval, es una ciudad perfecta para empezar la aventura (o quedarse a dormir). Una vez aquí, recorre las calles empedradas, pasa horas fotografiando las antiguas murallas y plazas o acércate a las tiendas artesanales de la ciudad.
A continuación, descubre el pueblo de Borgo a Mozzano y su famoso Ponte della Maddalena (también conocido como el puente del Diablo) y, después, dirígete a la capital de Garfagnana: Castelnuovo di Garfagnana. Asimismo, también merece la pena visitar Vagli di Sotto y Coreglia Antelminelli (sede del Museo de la Figurilla de Yeso y de la Emigración).
Finalmente, si quieres pasear por una zona rodeada de barrancos y lagos, los mejores lugares son las cuevas del viento, es decir, Grotta del Vento, Strette di Cocciglia (donde puedes hacer barranquismo por sus formaciones calizas) o Lucca (donde podrás hacer rafting en el río Lima).
19 – Asiste a la famosa carrera de caballos de Siena
Se puede decir con total seguridad que Siena, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una obra maestra de la arquitectura, ya que muchas de las ciudades italianas y de otros países europeos se inspiran en sus estructuras y diseño góticos (meticulosamente conservados) que han despertado el interés de muchos artistas.
Miles de personas acuden a este destino histórico para contemplar la especial ciudad medieval construida dentro de las murallas de la Piazza del Campo. La fortificación, de siete kilómetros de longitud, se estableció sobre tres laderas toscanas, conectadas por tres calles principales que crean su plaza en forma de Y.
Si algunas partes de la ciudad te resultan familiares es porque su famoso Palio de Siena apareció en la película de James Bond de 2008, Quantum of Solace. Esta histórica carrera de caballos del siglo VI se celebra anualmente alrededor de la Piazza del Campo el 2 de julio y el 16 de agosto, y en ella podrás ver cómo compiten varias zonas sienesas (conocidas como contradas).
Por otro lado, dedica un par de horas a recorrer los 17 barrios y monumentos de la ciudad, como la plaza del Duomo, el Palazzo Pubblico, el duomo de Siena y el museo de santa Maria della Scala. Asimismo, busca la famosa espada de Galgano clavada en una piedra que permanece intacta en el interior de la abadía de san Galgano (Abbazia di San Galgano).
Finalmente, te recordamos que puedes reservar una excursión de un día a Siena desde Florencia (a una hora), desde Livorno y desde Lucca (a hora y media).
20 – Aprecia la serenidad que rodea Chiusi della Verna
Este lugar está especialmente diseñado para aquellas personas católicas, devotas religiosas e incluso almas perdidas, ya que cuando atravieses Chiusi della Verna, podrás disfrutar de un momento de silencio y profunda contemplación. Esta zona es famosa por ser el lugar donde san Francisco de Asís recibió sus estigmas y durante siglos ha sido un destino de peregrinación para muchos.
En esta localidad, situada dentro del Parque Nacional de los Bosques Casentineses, el ambiente es siempre muy fresco (la nieve suele cubrir las tierras en invierno) y las hayas y los abetos crecen en abundancia y rodean la aldea.
El santuario franciscano de La Verna, construido en la cima del monte Penna, es donde san Francisco se «encontró» con Dios y aparecieron sus milagrosas heridas de crucifixión. Una vez aquí, descubre el arte y el museo del santuario y, frente al monasterio, accede a la iglesia de san Michele Arcangelo y al antiguo Castello dei Cattani.
Por último, debes saber que hay eventos y festivales anuales que tienen lugar en el pueblo, así como en las zonas circundantes. En agosto, no te pierdas el mercado de artesanía o el festival de la trufa y las setas, y en julio asiste al Festival Internacional de Música de Órgano, en la basílica del santuario.
21 – Disfruta del aire salado de Livorno
Livorno, fundada por la familia Médici como ciudad portuaria en 1606, es un crisol de cultura, comercio y comidas deliciosas.
Esta localidad, inundada de sistemas de canales y puentes, se ha ganado el sobrenombre de «pequeña Venecia» y, como se encuentra a caballo entre la costa del Tirreno, tiene un ambiente diferente al de la mayoría de los lugares. Aparte, ¡comerás uno de los mariscos más ricos y frescos!
La ciudad, que es la tercera más grande de la Toscana, forma parte de la región de Livorno (que comparte el mismo nombre) y está a solo 15 minutos en tren de la famosa Pisa. Además, otra de las ventajas es que funciona como muelle de desembarco y punto de entrada para los viajeros y viajeras que llegan en barco desde otras regiones de Italia.
Una vez aquí, reserva un tour y cata de vinos desde Livorno a Bolgheri o deambula por la ciudad y visita los monumentos y puntos turísticos más importantes. Asimismo, recorre el paseo de cuadros blancos y negros de la Terrazza Mascagni, que da al océano, admira la Fortaleza Vieja (Fortezza Vecchia) o contempla la Fortaleza Nueva (Fortezza Nuova).
Por último, recuerda que a las afueras de la ciudad principal se encuentra el complejo religioso del Santuario di Montenero, inaugurado hace menos de 30 años en las colinas del monte Nero, en Livorno.
22 – Practica deportes de invierno en Pistoia
El paisaje natural de Pistoia, al norte del país, cambia con las estaciones y es espectacular en cualquier época del año.
Como es la capital de la provincia de Pistoia, te animamos a que hagas turismo histórico antes de aventurarte más hacia el interior y explorar las montañas que la rodean, en las cuales podrás disfrutar de numerosas actividades invernales.
La ciudad fue galardonada con el título de Capital Italiana de la Cultura en 2017, así que come, bebe y pasea por sus lugares de interés, restaurantes y eventos culturales. Asimismo, explora los pasadizos subterráneos del hospital medieval del siglo XIII, el Ospedale del Ceppo, examina los monumentos de la Piazza del Duomo, lleva a los niños al zoo de Pistoia y almuerza en un caffè o trattoria de la animada Piazza della Sala. Por otro lado, debes saber que aquí se celebran anualmente el festival Pistoia Blues y el evento Pistoia Dialoghi sull’uomo (Diálogos sobre el hombre).
Finalmente, despídete del ambiente urbanita y aventúrate en las montañas de Pistoia (que van desde el Alpe delle Tre Potenze hasta La Croce), las cuales están salpicadas de pueblos tradicionales. Además, en invierno, en la vertiente oriental, se abren estaciones de esquí como Doganaccia 2000 y Abetone Val di Luce.
23 – No pierdas de vista a los «vampiros» de Volterra
Señoras y señores, os presentamos la ciudad más antigua de toda Italia, que no es otra que la antigua Volterra, ¡donde un paso dentro de ella os hará retroceder en el tiempo, mucho antes de que se formara la mayor parte del mundo! Además, aunque ahora es una de las ciudades menos pobladas, eso no le resta importancia histórica.
La localidad está situada en la provincia de Pisa, es uno de los primeros lugares donde se iniciaron las civilizaciones etruscas y gran parte de este primitivo imperio italiano sigue patente dentro de sus murallas. Te recordamos que los etruscos procedían de Etruria (lo que hoy es la mayor parte de la Toscana) y gobernaron entre el 900 y el 500 a.C. Después, llegó el periodo del imperio romano, por lo que la ciudad ostenta una amalgama de ambas épocas.
En primer lugar, dirígete al Museo Etrusco «Mario Guarnacci», fundado en 1761, ya que es un fantástico punto de partida, y después dirígete a la Piazza dei Priori (el ayuntamiento más antiguo de la Toscana). Cuando termines, acércate a las ruinas del teatro romano, construido en el siglo I d.C., e investiga los restos de las termas romanas del siglo IV (las cuales están justo detrás del anfiteatro).
Si reservas una excursión de un día a Volterra desde Florencia o Siena, podrás contemplar las antiguas murallas etruscas y sus seis puertas de entrada fortificadas, visitar la acrópolis etrusca y pasear por la fortaleza de los Médici para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.
24 – Sube la colina de Certaldo
El agradable entorno de la ciudad de Certaldo, cuyas casas y edificios se encuentran sobre una colina, destaca sobre el resto y, a diferencia de la mayoría de las ciudades y pueblos de la Toscana, esta carece de plaza mayor. ¿El resultado? Todos los monumentos y lugares de interés se encuentran en los bordes de la estrecha calle principal que actúa como centro de Certaldo.
Aunque sus orígenes se remontan a los romanos, la localidad está dividida en dos partes: el casco antiguo (conocido como Certaldo Alto) y la parte baja (llamada Certaldo Basso).
En la parte superior de la elevada colina se encuentra la zona vieja de la ciudad, así que asegúrate de llevar calzado cómodo porque tendrás que caminar un poco. No obstante, no te preocupes, porque si no quieres andar, podrás coger el funicular que te subirá hasta la cima. Una vez aquí, acércate a los puntos de interés: el Palazzo Pretorio (situado en una intersección de las dos calles principales, la Via di Boccaccio y la Via del Rivellino), Porta Alberti, Porta al Sole y Porta al Rivellino.
En cambio, Certaldo Basso se encuentra al pie de la colina y alberga el famoso museo Casa de Boccaccio, donde vivió durante muchos años el aclamado poeta del siglo XIV Giovanni Boccaccio, así como el Ente Nazionale Giovanni Boccaccio, que relata su vida y obra.
Finalmente, debes saber que si vienes en julio, no te podrás perder Mercantia, el festival de teatro callejero, que desde hace 34 años es una celebración de la creatividad. Además, el evento también alberga un mercado nocturno.
25 – Haz una excursión a las cascadas de Colle di Val d’Elsa
Almas bohemias: dejaos deslumbrar por la artesanía y el arte locales en la hermosa ciudad de Colle di Val d’Elsa, que literalmente significa «valle sobre el río Elsa».
A finales del siglo XVI, el arte de la fabricación de cristal comenzó a florecer en este lugar y, en la actualidad, sigue siendo el mayor productor del país. Por lo tanto, merece la pena visitar el Museo del Cristal para profundizar en el oficio, así como para contemplar algunas de las obras más geniales hechas completamente de cristal.
Por otro lado, también te recomendamos visitar el museo de arte sacro (también conocido como Museo San Pietro) y el Museo Arqueológico Ranuccio Bianchi Bandinelli.
No termines tu escapada con una visita a la ciudad, mejor adéntrate en sus preciosos alrededores, concretamente en el Parco Fluviale Alta Val d’Elsa, situado bajo la ciudad. Aquí se encuentra el sendero Sentierelsa, de cuatro kilómetros, que te lleva a través de un bosque de arroyos y árboles frondosos a lo largo del río Elsa. Finalmente, acabarás en la cascada Diborrato, de 15 metros de altura, con sus espectaculares aguas azul turquesa, así que ten la cámara a mano.
26 – Contempla el antiguo deporte de las justas en Arezzo
Otra ciudad que se ha usado como lugar de rodaje en la Toscana (esta vez para la superproducción local ganadora de un Óscar en 1997, La vida es bella) es Arezzo. Esta localidad es la fusión perfecta entre la vieja y la nueva Italia, y a menudo se la compara con Florencia por sus similares trazados urbanos y edificios, así como por su oferta artística.
El primer domingo y el último sábado de cada mes, podrás comprar tesoros en la Feria de Antigüedades (una de las más antiguas de Italia), pero si no te coincide bien el día, anímate a visitar la basílica de san Francisco, cuyos muros están cubiertos por los famosos frescos renacentistas de Piero della Francesca, y a observar a la gente mientras tomas un café italiano en la Piazza Grande. Además, recuerda que esta ciudad toscana está dividida en dos barrios (el antiguo y el nuevo), ambos rebosantes de estilos medieval y renacentista, así que recórrelos a tu ritmo y aprecia todos los detalles.
Añade a tu itinerario por Arezzo la Casa Vasari (con su colección de pinturas manieristas), el Museo Nacional de Arte Medieval y Moderno, la iglesia de santa Maria della Pieve, del siglo XII, y el hermoso Parco della Fortezza Medicea.
Finalmente, nos gustaría recordarte un festival que no te puedes perder: durante los meses de junio y septiembre, la Justa de los Sarracenos rinde homenaje a este antiguo deporte en el que las justas en vivo son la principal atracción.
27 – Pasea por Poppi y contempla su castillo
En Poppi, una localidad situada en la provincia de Arezzo y cerca de la propia ciudad de Arezzo, podrás disfrutar de una excursión de un día y viajar a la Edad Media recorriendo las escaleras de piedra, los pasadizos y las salas y habitaciones del castillo de los condes Guidi. Este edificio, construido por la familia Guidi en 1274, es la principal atracción del lugar, que se encuentra dentro del Parque Nacional de los Bosques Casentineses y cuyos paisajes circundantes son preciosos.
Por otro lado, visita la biblioteca Rilliana, que está impregnada de historia medieval y que cuenta con manuscritos de la Edad Media y unos 700 incunables, o contempla el patio que conduce a las murallas que protegen la ciudad y los frescos del siglo XIII del interior de la capilla de los conde Guidi. Otros monumentos que debes visitar son la iglesia del Oratorio della Madonna del Morbo, de estilo barroco, y la abadía de san Fedele.
Finalmente, cerca de Poppi merece la pena pasar una o dos horas en el monasterio y la ermita de Camaldoli y en el Ecomuseo de la Castaña de Ortignano Raggiolo (a 15 minutos del pueblo).
28 – Descubre una cara diferente de la Toscana en Sansepolcro
Sansepolcro, enclavado en el valle de la Valtiberina, saltó a la fama por ser el lugar de nacimiento del pintor y matemático italiano del Renacimiento temprano Piero della Francesca. Por lo tanto, el arte reina en la ciudad y hay muchos lugares donde admirar su obra. El artista trabajaba en la catedral de san Giovanni Evangelista (también conocida como duomo de Sansepolcro) y su cuerpo fue enterrado en la capilla tras fallecer en 1492.
Sin embargo, esa no es la única razón por la que los y las turistas adoran la misteriosa ciudad antigua, ya que, al lindar con las regiones de Umbría y Las Marcas, sus terrenos y edificios difieren del resto de la Toscana.
Para empezar, acércate al Museo Cívico de Sansepolcro, que ya de por sí es un hermoso edificio que merece la pena explorar y que alberga cuatro cuadros de Francesca, incluido el famoso La Resurrección.
Después, recorre el Museo Aboca, que expone colecciones de hierbas antiguas, utensilios de laboratorio, cerámica, morteros, cristalería y libros antiguos sobre plantas medicinales, ¡es épico!
Finalmente, el Museo Bernardini-Fatti de Ventanas Antiguas es otra parada interesante. Una vez aquí, encontrarás la estatua de bronce de las hermanas Adele y Ginna Marcelli, que hicieron del encaje un pasatiempo reconocido.
29 – Finge ser los Cullen en Montepulciano
Atención, fans incondicionales de Crepúsculo: seguid los pasos de Bella y Edward durante un viaje idílico a Montepulciano, donde incluso hay visitas guiadas centradas en la saga de vampiros.
Dato curioso: aunque en los libros y las películas el aquelarre de los Volturi vive técnicamente en Volterra (que también se encuentra en la Toscana y que está a una hora y 45 minutos) todas las escenas con ambientación italiana de Luna nueva se rodaron en esta ciudad.
Dejando a un lado los asuntos crepusculares, Montepulciano tiene un auténtico aire regio, con abundantes palacios clásicos de estilo renacentista, grandes plazas con cafés empedrados en las esquinas, vistas a los viñedos y catas de vino.
Los valles de Val d’Orcia y Val di Chiana enmarcan la ciudad, así que tienes que probar el famoso Vino Nobile tinto de la región, una uva apreciada en todo el mundo. Asimismo, es un lugar perfecto para ir a catar vinos por los preciados viñedos, ¡con la opción de recorrerlos en bicicleta eléctrica! Por lo tanto, adéntrate en las bodegas y deléitate con maridajes de vino y queso. Al fin y al cabo, ¡estás en Italia!
Finalmente, recuerda visitar la Fortezza Medicea del siglo XIII y la histórica Porta al Prato (la puerta de la ciudad) y que puedes reservar una excursión de un día desde Florencia (a una hora y media en coche) o desde Siena (a menos de una hora).
30 – No pases por alto Anghiari
El 29 de junio de 1440, esta monumental cruzada contribuyó a que la República de Florencia (y la región de la baja Toscana) siguiera siendo entonces un estado separado de Milán, así que pregunta a cualquier lugareño o lugareña por la batalla de Anghiari y te contará la historia con orgullo.
Sin embargo, puede que los historiadores del arte y los conservadores te den una respuesta diferente, porque, curiosamente, existe un cuadro de Leonardo Da Vinci que representaba esta batalla, pero se cree (y se argumenta) que se perdió con el paso de los siglos. También se le conoce como El Leonardo perdido y hay quienes piensan que nunca existió.
De todas formas, el pueblo medieval es mucho más que eso, así que te animamos a fotografiar sus puntiagudas torres de piedra, las casas con viñedos y las emblemáticas colinas toscanas que sirven de telón de fondo. Asimismo, deambula por sus calles estrechas, conoce a los artesanos y artesanas que venden sus trabajos en madera, tejidos y magníficas cerámicas y contempla las casas antiguas, cada vez más eclécticas y llamativas por su aspecto un tanto «abandonado».
Por último, recuerda que la Piazza Mameli es la principal plaza de la ciudad, donde se alzan el Palazzo Marzcocco, de estilo renacentista, y el Palazzo Taglieschi, de estilo medieval, así que no te pierdas ningún rincón de este pueblo tan importante para la historia de la Toscana.
31 – Sumérgete en el mundo del submarinismo… ¡literalmente!
Aunque puede que esta región no sea el centro de submarinismo más famoso, sin duda ofrece sus propios encantos. Además, sus aguas claras y apacibles hacen que sea más fácil que nunca aprender este adictivo deporte, y gracias a un paisaje asombroso y una fauna fantástica, ¡encontrarás maravillas incluso en las inmersiones más cortas!
32 – Admira Monteriggioni
Todos los edificios y lugares emblemáticos que se han erigido dentro de Monteriggioni están cerrados por muros circulares y funcionan en perfecta armonía en la «ciudad amurallada» de la Toscana. Incluso la carretera que rodea la ciudad serpentea alrededor del pueblo.
La pequeña aldea se remonta a la Edad Media y sus fortificaciones medievales altas y antiguas aún la envuelven hoy en día. Esto hace que te sientas como si realmente estuvieras viajando al pasado.
En un principio se construyó como un castillo y sus arcaicas torres de defensa y murallas son la principal atracción, ya que las puedes atravesar mediante una pasarela o incluso trepar por algunas partes. Además, como la localidad está situada en la provincia de Siena, los y las turistas acuden en masa en excursiones de un día desde Florencia (o reservan excursiones a Monteriggioni desde Siena si esta última es su destino principal) para tener la oportunidad de contemplar el cautivador escenario.
Por último, deberías saber que el festival medieval de Monteriggioni que se celebra anualmente en julio y es uno de los más auténticos de toda Italia.
33 – Sigue el sol de la Toscana en Cortona
Esta es una de las ciudades de montaña de visita obligada del sur de la Toscana que nunca deja de conquistar el corazón de los y las románticos. Además, como aquí tuvo lugar el rodaje de la película Bajo el sol de la Toscana, puedes imaginarte lo idílico que es el lugar.
Pasea por calles estrechas y callejones donde las casas empedradas están diseñadas en pendiente y se cruzan unas con otras, y en las que destacan las puertas de color rojo brillante o las contraventanas azules.
Visita la Piazza della Repubblica, que se encuentra en medio del centro histórico, y contempla sus monumentos más emblemáticos, como el Palazzo Comunale, el Palazzo del Capitano y la torre del reloj.
Por otro lado, debes saber que la rica historia de la ciudad se remonta a los primeros tiempos de Italia, y las pruebas encontradas por los historiadores apuntan que se fundó hace 2000 años y que algunos de sus primeros pobladores fueron los etruscos. Por lo tanto, sumérgete en su pasado en el precioso y antiguo MAEC – Museo de la Academia Etrusca (también conocido como la Academia Etrusca), que presenta y expone colecciones desde el siglo II a.C. En cambio, si prefieres las obras de arte religioso, visita el Museo Diocesano de Arte Sacro, que está lleno de pinturas, frescos y motivos con esta temática.
Finalmente, recuerda que las excursiones a Cortona desde Florencia siempre hacen una parada en la Fortezza del Girifalco, cuyos muros han resistido la prueba del tiempo desde los primeros siglos.
34 – Contempla Sorano, una ciudad tallada en piedra
Hay tantas cosas en Sorano que la hacen tan interesante, que cautiva a muchos viajeros y viajeras curiosos cuando oyen hablar de su historia antigua y de su singular composición con respecto a los estándares toscanos.
La ciudad, encaramada en lo alto de una colina, se construyó con un tipo de roca conocida como «toba», que se forma a partir de ceniza volcánica, lo que le valió el sobrenombre de «ciudad del tufo» o «la matera de la Toscana», ya que parece que está tallada en la tierra.
Su pasado es de lo más histórico y, antes de los etruscos, su civilización más antigua se vincula a los villanovenses, de la Edad de Hierro. Como es de esperar, los hitos, monumentos y puntos de interés de este lugar son algunos de los más venerables de toda la Toscana.
Pasa horas (o días) deambulando por las antiguas calles, recorriendo algunas de las estructuras más antiguas del mundo o descubriendo edificios «más recientes» del siglo XV y multitud de referencias medievales.
Finalmente, busca las antiguas puertas de la ciudad (Porta di Sopra y Porta dei Merli), el famoso Masso Leopoldino, la Fortezza Orsini (en su interior se encuentra el Museo de la Edad Media y el Renacimiento) y el Cortilone.
35 – Disfruta del mar en Cecina
Despreocupada, sin aglomeraciones turísticas y situada en la costa, Cecina es un destino idílico junto a la playa perfecto para amantes, familias e incluso turistas que viajen en solitario y que tengan ganas de pasar tiempo junto al mar.
Como está ubicada en la provincia de Livorno, estarás cerca de muchas ciudades y pueblos toscanos que ofrecen paisajes completamente diferentes si lo que quieres es pasar algún tiempo en los viñedos o explorar un pueblo de montaña típico.
Para empezar, puedes encontrar los clásicos clubes de playa europeos en la arena de Marina di Cecina, donde hay que pagar para alquilar sombrillas y tumbonas, o relajarte en la playa de Andalu sin pagar un céntimo. Además, la playa de Bau y la bahía de Quercetano son otras dos playas gratuitas cercanas.
Después, dirígete a otro terreno oceánico salvaje y escarpado y pasea por un bosque de pinos con amapolas brillantes, lirios de mar y arbustos de enebro que bordean el sendero dentro de la Reserva Natural de Tomboli di Cecina.
¿Vienes con niños? Disfruta aún más de la diversión bajo el sol en el parque acuático Acqua Village Cecina, equipado con atracciones, toboganes y piscinas.
Finalmente, debes saber que el surf en las playas y bahías de Cecina es muy popular, y los y las surfistas locales acuden aquí en invierno, cuando llegan los mejores rompientes, así que anímate y ponte el traje de neopreno.
36 – Prueba algunos de los vinos más famosos de Italia en Montalcino
Montalcino es un lugar que parece una postal o la portada de una revista de viajes y presume de ese típico paisaje toscano con el que has estado soñando.
Los cipreses crecen en las crestas de las colinas, los robles brotan entre los edificios de las afueras, los viñedos te rodean y las sinuosas carreteras conducen a la cima de esta fotogénica ciudad situada en lo alto de una colina.
De todos modos, si su nombre te suena, probablemente te apasione el vino, ya que sus famosos tintos Brunello di Montalcino y Rosso di Montalcino se importan (y saborean) en todo el mundo.
Aprovecha las oportunidades de catar vinos y pasear a pie por el centro histórico de Montalcino y tropieza con los bares de vinos que ofrecen degustaciones e incluso maridajes. Además, dentro del casco antiguo está la Piazza del Popolo, el Palazzo dei Priori y los alrededores de la Fortezza de Montalcino (erigida en 1361).
Aunque no están en el epicentro de Montalcino, también encontrarás cerca dos lugares religiosos maravillosos que merece la pena visitar: el precioso complejo monasterial de la abadía de Monte Oliveto Maggiore, fundada en 1313, y la abadía de Sant’Antimo, del siglo XII y estilo románico.
37 – Visita el famoso manantial de Bagno Vignoni
Bagno Vignoni, una maravilla italiana, es la única plaza urbana de Italia cuyo centro no tiene suelo, ¡sino que está lleno de una fuente termal! Este lugar, creado y utilizado por primera vez por los romanos, cuenta con una piscina de 49 metros de largo por 29 de ancho, que es en realidad una fuente termal y la atracción estrella de esta aldea situada en lo alto de una colina.
Puede que esté prohibido nadar dentro del antiguo baño romano calentado de forma natural, pero en los alrededores del pueblo de Bagno Vignoni, como el Parco dei Mulini, hay fuentes termales gratuitas en las que podrás darte un chapuzón curativo. Asimismo, encontrarás pequeños arroyos, que bajan por las laderas y fluyen desde la piscina termal principal, en los que podrás descalzarte y sumergir los pies en las aguas ricas en azufre.
Este lugar está completamente libre de coches, por lo que podrás pasear tranquilamente por las diminutas callejuelas y pasadizos donde cafés, bares y trattorias con paredes de piedra se alinean a los lados. Los más concurridos son la Osteria del Leone y La buca di Enea.
Finalmente, recuerda que la parte más alta del Val d’Orcia es un lugar ideal para hacer una parada mientras recorres la región en busca de vino.
38 – Relájate y rejuvenece en Chianciano Terme
Otro famoso destino termal que debes conocer es Chianciano Terme: desde la Edad Antigua y la época romana, estas fuentes termales se han utilizado por sus especiales propiedades curativas, ya que cuentan con aguas que nacen del manantial de Sillene.
Asimismo, alrededor de la comuna de Siena hay numerosos baños termales y el más popular de todos es Piscine Termali Theia (las piscinas termales de Theia). Una vez aquí, sumérgete en su baño etrusco (con alto contenido en dióxido de carbono, carbonato cálcico, bicarbonato y sulfatos), construido con algunas características modernas como una bañera de hidromasaje y chorros, y disfruta del balneario.
Por otro lado, visita las termas de Sillene, donde se practica la hidroterapia y potabilización con agua del manantial para aliviar dolencias como el síndrome del intestino irritable y la indigestión o, si prefieres relajarte en un parque público, visita el Parco Acqua Santa y el Parco Fucoli, por los que discurren manantiales termales.
Finalmente, te animamos a explorar el Museo de la Collegiata, el Castello dei Conti Manenti y el Museo Arqueológico Cívico del Agua.
39 – Dirígete a las famosas termas de Italia: Bagni San Filippo
¿Tienes resaca de tanto beber vino en la Toscana? Remoja tus músculos, alivia tus dolores de cabeza y deja que todas las preocupaciones vinícolas del día anterior desaparezcan en Bagni San Filippo, un lugar digno de Instagram.
El entorno de estas termas naturales y sus cascadas te harán sentir como en otro planeta y, además, puedes visitar gratis las famosas piscinas termales, que están situadas en el interior del bosque del monte Amiata, en Val d’Orcia. Para acceder a esta maravilla natural, da un corto paseo de 10 minutos por un sendero y da paso a la diversión.
Al llegar al Fosso Bianco (como se llaman los manantiales), maravíllate ante las aguas ricas en calcio que se han agrupado en cascadas para formar estas singulares formaciones de roca blanca y piscinas de aguas termales, que alcanzan temperaturas de entre 25 y 40 °C. Además, debes saber que una de las terrazas, que cae en piscinas escalonadas, recibe el apodo de «Ballena Blanca» porque, desde ciertos ángulos, ¡parece la boca de una ballena!
Asimismo, en este minúsculo pueblo, que cuenta con una población total de menos de 100 habitantes y desde el que puedes acceder directamente a las piscinas termales, hay uno o dos restaurantes y cafeterías.
40 – Aprecia las maravillas religiosas en la Abadía de San Salvatore
Viaja al siglo VII durante un viaje a la Abadía de San Salvatore, un municipio centrado en torno a una abadía que se fundó en el año 743. Este lugar, envuelto en bosques de castaños, es uno de los monasterios más antiguos de la Toscana, ya que se cree que fue fundado por Ratchis, rey de los lombardos.
La cripta subterránea es magnífica, dado que cuenta con 32 columnas, cada una con un diseño diferente, y tiene una importancia religiosa extrema, ya que albergó la versión más antigua de la Biblia cristiana (el Codex Amiatinus) ¡durante más de 1000 años!
El nombre italiano del monasterio es Abbazia di San Salvatore y el pueblo medieval construido a su alrededor toma su nombre. Cerca de él, se encuentra el monte Amiata (un volcán inactivo) que se hizo conocido a finales de la década de 1890, cuando se descubrió en sus entrañas el cinabrio (un mineral utilizado para fabricar mercurio).
Después de que esto sucediese, se crearon complejos mineros y se excavó el mineral hasta la década de 1970, pero pásate por el Parque Museo de la Minería para conocer todos los detalles.
Asimismo, en la cima del monte Amiata se encuentra la emblemática Croce del Monte Amiata (de aspecto similar a la estructura de la base de la Torre Eiffel), así que si haces senderismo por esta zona y llegas a la cima, podrás investigar la cruz de cerca.
41 – Diviértete al sol en San Vincenzo
Las actividades oceánicas y las aventuras al aire libre se multiplican por diez en esta idílica ciudad de la Costa Etrusca, que van desde hacer snorkel, kayak o vela, hasta ir de pesca o alquilar un bote a pedales. Además, cuenta con muchas playas, el tiempo es siempre estupendo y el destino lo adoran tanto las parejas como las familias.
Algunas de las mejores playas de San Vincenzo son la playa de Rimigliano (parte del parque natural de Rimigliano), la playa de la Principessa, la playa La Conchiglia y la playa de Nido Dell’Aquila (también llamada playa del Nido del Águila), así que acércate a ellas y, cuando termines, visita la Marina di San Vincenzo y disfruta de una copa de vino en una de las cafeterías del paseo del puerto (Passeggiata del Marinaio).
Por otro lado, contempla las dos altas torres, que en su época de esplendor vigilaban y protegían la ciudad de los ataques piratas: la torre di San Vincenzo y la torre Vecchia di Campiglia.
Por último, si quieres vivir más aventuras, juegos y acción, dirígete al mayor parque temático de la Toscana, Cavallino Matto, que se encuentra a solo 10 minutos al norte de San Vincenzo. Este lugar cuenta con atracciones diseñadas para todas las edades, así que la familia querrá pasar aquí al menos media mañana. Corretea por las montañas rusas, visita el Cine 4D, intenta no mojarte en el Corsaro Splash (donde te montarás en botes), asiste a uno de los espectáculos o actuaciones en directo o juega al minigolf.
42 – Disfruta de vistas inolvidables y buena compañía mientras cabalgas
Mientras recorres viñedos exuberantes y colinas ondulantes, tendrás un medio de transporte muy diferente: ¡un fiel caballo!
Estos tranquilos paseos son una forma estupenda de explorar a fondo la campiña toscana, y gracias a las degustaciones de aceite de oliva y vino, ¡podrás disfrutar de una experiencia completa mientras te acomodas en la silla de montar!
43 – Dirígete a Cosmopolitan Beach donde podrás hacer snorkel
Esta brillante costa se encuentra cerca de la ciudad de Tirrenia y es el lugar perfecto para comenzar tu próxima aventura de snorkel.
Adéntrate en las cálidas aguas del Tirreno y admira la belleza que se esconde bajo la superficie, donde plantas y animales se mueven al unísono. ¡Puede que nunca quieras volver a subir a la superficie!
44 – Haz una excursión de un día a las islas cercanas desde Piombino
Piombino, situada también en la provincia de Livorno, en la punta de un cabo que domina los mares de Liguria y Tirreno, será tu próxima parada tras haber estado en San Vincenzo (a 25 minutos en coche).
Entre las numerosas ciudades y pueblos costeros que salpican la Costa Etrusca, la ciudad portuaria es el último punto que conforma este litoral que comienza en Livorno y termina en Piombino. Se trata de un destino popular, porque desde su puerto parten muchas excursiones de un día y viajes en barco, sobre todo a la isla de Elba (a solo 10 kilómetros), así como a las islas mediterráneas de Córcega y Cerdeña.
Consejo: No te pierdas nuestra selección de cosas que hacer y lugares que visitar en Cerdeña y cosas que hacer y ver en Córcega.
En cambio, si no te apetece dar un paseo en barco, dirígete a su especial plaza construida al borde de un acantilado que domina el océano, conocida como Piazza Bovio. Además, desde su mirador, podrás contemplar las vistas de la isla de Elba.
Finalmente, recuerda que podrás hacer una parada en los restaurantes de la ciudad para degustar algunos de los mariscos más deliciosos y frescos que jamás hayas probado.
45 – Ve a la caza de playas en Follonica y Punta Ala
Es imposible no toparse con ruinas y estructuras antiguas en cualquier lugar de Italia, por eso la ciudad de Follonica destaca sobre las demás. En cuanto llegues, te darás cuenta enseguida de que los edificios y el centro urbano tienen un aspecto más bien moderno, tanto que se bromea diciendo que es «la Miami de la Maremma». Este lugar es ideal para ir de compras, comer y salir de fiesta, y también tiene una vida nocturna muy animada.
Lo primero que debes hacer es visitar sus monumentos, como el castillo de Follonica, del siglo IX, y la iglesia de San Leopoldo di Follonica, del siglo XIX, que son ejemplos de los contrastes entre edificios antiguos y nuevos.
A orillas del golfo de Follonica, hay docenas de cosas que hacer y lugares que visitar en la Toscana que giran en torno al mar y, entre Follonica y el municipio de Punta Ala, encontrarás playas magníficas.
Fuera de los caminos más concurridos, la playa de Cala Civette está libre del bullicio y es estupenda para bucear, pero hay que caminar un poco para llegar a ella. Cala Violina es otro lugar tranquilo y puedes acceder a ella a pie, en bicicleta o a caballo. Por otro lado, Cala Martina es una playa familiar enorme.
Finalmente, te animamos a que te acerques a Torre Mozza y Giardino Beach (dos playas populares en Follonica) o que cambies la sal por el agua dulce en el Acqua Village Follonica, un complejo de temática hawaiana que cuenta con atracciones acuáticas como Surfing Hill, Kamikaze y Anaconda.
46 – Contempla las ciudades medievales y el océano en Castiglione della Pescaia
Castiglione della Pescaia, una de las ciudades costeras más bonitas de la Toscana, tiene edificios repletos de buganvillas brillantes, la playa a la vuelta de la esquina y un sinfín de callejuelas y arcos empedrados por los que adentrarse.
Si traducimos su nombre del italiano al español, significa literalmente castillo (castiglione) del puerto pesquero (pescaia), y ese es exactamente el tipo de ambiente que se respira.
El casco antiguo está situado en la colina que sube desde el paseo marítimo y el pueblo medieval está fortificado por antiguas murallas. Además, se puede visitar el castillo para contemplar las impresionantes vistas del océano, aunque el propio edificio (ahora una residencia privada) está cerrado al público en general.
A las afueras del centro histórico se encuentra Casa Rossa, que tiene acceso a la reserva natural Diaccia Botrona, donde los y las amantes de la ornitología, el ciclismo y la naturaleza pueden deleitarse con su belleza y el esplendor de su fauna.
Finalmente, dedica un día entero (o una tarde) a ir de playa en playa, ya que encontrarás muchas opciones cerca de la ciudad, como la playa de Ponente, la playa de Levante, la playa de Rocchette y la playa de Roccamare.
47 – Visita la catedral de Grosseto
No todos las personas que pasan sus vacaciones en la Toscana quieren alojarse en medio de los viñedos (o al menos no todo el tiempo), y si estás adicto o adicta a la playa y siempre necesitas el mar cerca, piensa en convertir Grosseto en tu destino principal cuando te alojes en la Maremma (la principal zona costera de la Toscana). Además, a pesar de ser la capital de la provincia, no es tan turística como podrías pensar y, de hecho, no suele haber grandes aglomeraciones.
Las murallas originales de la ciudad fueron reconstruidas por la familia Médici en el siglo XIV y, aunque miden 2,9 kilómetros de largo, puedes recorrerlas. No obstante, el principal punto turístico de la ciudad es su Piazza Dante (también llamada plaza de Dante Alighieri), ya que es aquí donde se encuentra la catedral de san Lorenzo.
Aunque esta ciudad no tiene tantos monumentos antiguos e históricos como otras, hay dos museos estupendos que te permitirán tener tu dosis de cultura: el Museo de Historia Natural de Maremma (centrado en la biodiversidad, los hábitats naturales y la tipografía de la región) y el Museo Arqueológico y de Arte de Maremma.
Finalmente, debes recordar que las mejores playas de los alrededores de Grosseto son playa Arenella, playa de Cannelle, playa de Caldane y playa de Rocchette.
48 – Viaja al pasado en la bien conservada Sovana
La valentía se impone al tamaño en el pequeño y duradero casco de toba conocido como Sovana, que ha resistido el paso del tiempo durante miles de años, se ha impuesto a las conquistas romanas y ha conseguido mantener viva y fuerte su cultura original.
A diferencia de muchas de las ciudades y pueblos que hace siglos dieron paso a nuevos estilos adaptados a los imperios, la aldea del sur de la Toscana parece no haber sido afectada por el mundo «moderno».
Este pueblo medieval es rico en patrimonio etrusco y probablemente querrás fotografiar los edificios por los que pases, todos hechos de piedra toba. Alrededor de la Piazza del Pretorio disfruta de las tiendas y relájate en uno de los coquetos cafés que hay en ella. Cuando termines, acércate a la catedral de Sovana, que te pondrá la piel de gallina una vez recorras su interior.
Fuera de la ciudad está el Parque Arqueológico Ciudad del Tufo, ¡y este museo viviente al aire libre es inigualable! Una vez aquí, descubre la necrópolis etrusca y echa un vistazo a las tumbas construidas en la toba. Asimismo, en el parque arqueológico encontrarás las Vía Cave, de 2500 años de antigüedad.
Por último, recuerda que las famosas fuentes de Saturnia están a tan solo 30 minutos de Sovana: ¡sin duda una de las mejores cosas que hacer y lugares que visitar en la Toscana!
49 – Experimenta diferentes culturas en Pitigliano
Literalmente al lado de Sovana hay otra ciudad de roca volcánica, Pitigliano, y tanto esta como su vecina forman parte de la zona de «borghi del tufo» en la Toscana (que significa ciudades talladas en piedra toba).
La historia de la ciudad, desde los etruscos hasta los romanos, pasando por los Médici, es fascinante, pero es a partir del siglo XVII cuando empieza la era gloriosa de Pitigliano. A principios de este siglo, el gran duque de Toscana (Ferdinando I) designó la ciudad como asentamiento judío y gracias a eso, hoy puedes explorar el antiguo barrio judío, apodado «pequeña Jerusalén», y el gueto judío, que se ha convertido en un museo ambulante.
Asimismo, visita la antigua sinagoga y las tiendas locales, que venden alimentos tradicionales (como sfratti, una galleta alargada rellena de miel y nueces originaria de Pitigliano) y que se encuentran a lo largo de la Via Zuccarelli.
Antes de la llegada de los Médici, la influyente familia Orsini gobernaba la ciudad y el Palacio Orsini, que en su día fue la residencia de la familia, es ahora también un museo viviente, donde encontrarás 21 salas o secciones que podrás recorrer.
50 – Prepárate para días de playa interminables en Monte Argentario
Monte Argentario, que cuenta con un ambiente similar al de las ciudades costeras italianas más preciadas, como Cinque Terre, es un hermoso destino en el que podrás relajarte unos días y saborear la típica Riviera italiana.
(Dato curioso: Monte Argentario es una península que forma parte de la provincia de Grosseto y tiene ciudades y pueblos diseminados por toda ella. En su día fue una isla independiente, pero ahora está unida por tres accidentes geográficos estrechos creados por el hombre).
En Porto Santo Stefano, las casas de color terracota claro y rosa pastel se alinean en el paseo marítimo, y los edificios de detrás se construyen en las verdes colinas. Asimismo, Porto Ercole es la segunda ciudad más popular de la región y cuenta con un paisaje similar pero a menor escala. Una vez aquí, te hipnotizarán sus playas, donde el agua es tan cristalina que puedes ver directamente el fondo.
Cuando se trata de lugares oceánicos, ¡hay una gran variedad de playas entre las que elegir! Por eso, pellízcate para creer que el mar es tan transparente en la playa de L’Acqua Dolce, Il Purgatorio o Cala Galera (que es ideal para las familias).
Por otro lado, relájate en las suaves arenas de la playa Chiarone y contempla la puesta de sol o dirígete a la Reserva Natural Duna Feniglia, donde se encuentra la playa de La Feniglia.
51 – Aventúrate por el Parque Regional de Maremma
Bosques mágicos, cadenas montañosas, humedales, viñedos, olivares, huertos frutales, bosques, cuevas y costas: todo esto es posible presenciarlo en el Parque Regional de Maremma (Parco Regionale della Maremma).
Desde 1975, 8902 hectáreas de terreno han pasado a formar parte de una reserva protegida (aunque el espacio total es de 18.000 hectáreas). Asimismo, debes saber que el parque regional se extiende desde Principina a Mare hasta Talamone y lo atraviesa el río Ombrone.
Dentro de este lugar, los pinares bordean el río Ombrone (que desemboca en el mar), su litoral se sumerge en acantilados rocosos, dunas y bahías arenosas, y cerca de la desembocadura del río es donde prosperan los humedales, como la marisma de Trappola. En cambio, si te apetece más caminar por los bosques, divisarás encinas centenarias o espárragos silvestres, y si prefieres hacer senderismo por las montañas de Uccellina, encontrarás mirto, arbustos de fresas y lavanda en flor.
En otro orden de cosas, visita el acuario de Talamone, donde se encuentra el centro de rescate de tortugas marinas. Además, podrás observar las 20 cuevas que hay dentro del parque, como la Grotta dello Scoglietto, la Buca dell’Anselmi, la Grotta dei Cenci y el Pozzo del Granduca.
Finalmente, recuerda que hay muchas formas de recorrer la reserva: a pie, en bicicleta, en canoas canadienses (por el río) o, si buscas algo más especial, a caballo. También podrás reservar visitas nocturnas guiadas.
52 – Recorre todo Orbetello en unas horas
Aunque Orbetello es famoso por su solitaria torre en medio de una laguna, esa ni siquiera es su faceta más interesante… El municipio se forma en una de las tres franjas que conectan la península de Monte Argentario con tierra firme (en la del medio), así que cuenta con dos lagunas a ambos lados: la laguna de Poniente, al oeste, y la laguna de Levante, al este. Tanto una como otra, forman parte de una laguna mucho más grande, donde encontrarás miles de actividades que giran en torno al agua.
Los humedales de la laguna y sus alrededores están protegidos desde 1971 por el Fondo Mundial para la Naturaleza y se les conoce como Oasi WFF Naturale di Orbetello (Oasis del WWF de Orbetello).
También hay dos playas (Feniglia y Giannella) para pasar el día y, como cuentan con aguas poco profundas, son lugares ideales para los niños.
Finalmente, te recomendamos que, desde el puente de Orbettello, admires el único superviviente de los nueve molinos de viento españoles del siglo XV (Mulino Spagnolo) que se alza sobre el lago, y que visites otros lugares de la ciudad como el Museo Arqueológico (ubicado en la Polveriera Guzmán) y la plaza del pueblo, donde predomina más su influencia española.
53 – Encuentra el Jardín del Tarot en Capalbio
Escritores, poetas y letristas se sentirán totalmente inspirados cuando visiten la caprichosa Capalbio, el tipo de destino italiano en el que uno se imagina ideando historias populares.
Este mágico pueblecito situado en la ladera de una colina de la provincia de Grosseto, que ha sufrido numerosos reinados a lo largo de los siglos, ha sabido conservar su encanto medieval, y es interesante ver los diferentes estilos de sus estructuras, que dejan entrever el siglo en que fueron construidas.
Para empezar, adéntrate en el centro histórico a través de sus dos antiguas puertas de entrada: Porta Senese y Porticina. Desde aquí, aventúrate hasta La Rocca Aldobrandesca di Capalbio (conocida como Palazzo Collacchioni), del siglo XV, y acércate a la iglesia románica de san Nicola, que contiene arte del Renacimiento.
Por otro lado, el Jardín del Tarot (Il Giardino dei Tarocchi) es un lugar mágico para los y las amantes de la metafísica o para quienes busquen las mejores cosas que hacer y lugares que visitar en la Toscana. El escultor franco-americano Niki de Saint Phalle creó este jardín de esculturas de mosaico que representan las diferentes cartas de la baraja de adivinación (que se originaron en el siglo XV), y tardó 20 años en terminarlo. El espacio, inaugurado en 1998, alberga 22 estatuas hipnóticas que reflejan los 22 Arcanos Mayores.
54 – Pasea en barco por el archipiélago toscano
¿Sabías que alrededor de la Toscana hay un conjunto de siete islas conocidas como el archipiélago toscano? Están situadas al oeste de la Toscana, entre el mar de Liguria y el mar Tirreno, y son Elba, Pianosa, Giglio, Capraia, Giannutri, Gorgona y Montecristo, y se puede acceder fácilmente a ellas desde varias ciudades y puertos de la Toscana.
Elba es la mayor de las islas y puede divisarse desde muchas colinas de la Toscana. También es la más popular y suele estar muy concurrida. Además, es famosa en los libros de historia por haber protegido al infame emperador Napoleón durante su exilio de Francia en 1814.
La más cercana a Elba es Pianosa, ¡y sus bahías son exquisitas! En un pasado fue una prisión y, lamentablemente, la isla está desierta, pero los exploradores y exploradoras pueden hacer excursiones de un día.
Por otro lado, te animamos a que pases la noche en la romántica Giglio (la segunda isla más grande del archipiélago toscano) o en la bonita Capraia (la tercera más grande). Las aguas que rodean ambas son brillantes y transparentes, y favorecen el snorkel y los paseos en barco. Aparte, podrás reservar una excursión desde Giglio a Giannutri, adorada por los y las submarinistas, y a Gorgona (la más pequeña de las islas), que es conocida por tener la mejor fauna.
Finalmente, debes saber que antes de visitar la misteriosa isla de Montecristo necesitarás permiso. Este lugar, completamente distinto de los demás, si lo sobrevuelas en avión parece un gigantesco trozo de granito alojado en medio del océano (la mayor parte del terreno está formado por este mineral), así que no te lo puedes perder.
¿Cómo llegar a la Toscana?
Peretola, el aeropuerto más importante de la Toscana se encuentra en la capital, Florencia, y los y las turistas deberán dirigirse a él, tanto si han reservado un vuelo nacional como internacional.
Sáltate las molestias de intentar hablar italiano para comunicarte con los taxis para ir a la campiña toscana o a su costa y organiza de antemano un traslado desde el aeropuerto. De este modo, cuando aterrices, tu chófer privado te estará esperando con un cartel con tu nombre (¿qué elegante, verdad?) y te llevará con comodidad y estilo al destino que hayas reservado.
¿Dónde alojarse en la Toscana?
En realidad no importa dónde duermas en la Toscana, porque todo lo que te rodea es precioso. Alójate en medio de los viñedos, en un pueblo en lo alto de una colina, en la costa, en villas centenarias, granjas u hoteles, ¡todo tiene su encanto!
Terme di Saturnia Natural Spa & Golf Resort, situado en la famosa ciudad termal de Saturnia, ¡tiene sus propios baños termales privados! Además, está repleto de lujo. Por otro lado, a poca distancia a pie de muchos de los lugares de visita obligada de Firenze, se alza el Palazzo Niccolini al Duomo, un lugar espectacular que refleja a la perfección la estética florentina del pasado.
¿Viajas en pareja y buscas un alojamiento en Chianti? El Palazzo Leopoldo Dimora Storica & Spa es un hotel de 4 estrellas en Radda ideal para ti, así como el Hotel Villa Sermolli, que está lleno de lujos.
Finalmente, si prefieres hacer agroturismo en Toscana, te alojarás en granjas tradicionales (preciosas) entre viñedos y montañas, como Fattoria Pratale, Castello La Leccia, Tenuta Croce di Bibbiano y L’Andana Tenuta la Badiola.
¿Visitas la Toscana con poco presupuesto?
Si la Toscana no es el único destino de tu itinerario, ahorra un poco de dinero extra donde puedas, como con los free tours.
Cuando estés en Florencia, conoce a la influyente familia Médici, el arte de la ciudad, los acontecimientos y la historia del Renacimiento en tours de dos horas, o explora los monumentos y lugares emblemáticos en los clásicos free tours de entre una hora y media y dos horas y media de duración.
Asimismo, visita lugares como la catedral de santa Maria del Fiore, la plaza de la República, la Galería de los Uffizi, el baptisterio de san Juan y muchos más.
Finalmente, escoge el camino menos transitado y anímate a participar en el tour «El lado oscuro de Florencia: misterios y leyendas».
¿Adónde ir después?
Si eres el tipo de persona a la que le gusta hacer turismo en más de un sitio, hay muchos otros lugares que visitar en Italia.
Cinque Terre, una de las ciudades italianas más famosas en el mundo de los viajes, es un icono que salta a la vista en Instagram. Imagínate casas de colores entre acantilados con vistas al océano… Además, podrás explorar muchos pueblos, entre los que destacan Riomaggiore, Corniglia, Monterosso, Manarola y Vernazza.
Otra opción es dirigirse al norte, a Bolonia, en la región de Emilia-Romaña (a una hora y media aproximadamente). Esta ciudad no solo es famosa por su gastronomía, sino también por su historia, entre la que destacan los pórticos de Bolonia, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sería absurdo viajar a Italia y no visitar la histórica capital, aunque solo fuera durante dos días. No te puedes perder las cosas que ver y hacer en Roma, donde podrás disfrutar del Vaticano, el arte, los museos y la gastronomía, entre otras muchas cosas. Asimismo, recuerda que dependiendo de tu ubicación en la Toscana, Roma estará a dos horas y media o tres.
Reflexiones finales
Con tanta variedad de cosas que hacer y lugares que visitar en La Toscana, esta parte del país es perfecta para parejas que están de luna de miel, amantes del arte, aficionados y aficionadas al vino y familias que buscan unas vacaciones italianas auténticas.
Si ya has viajado a la región central de Italia, ¿cuáles fueron tus actividades favoritas en la Toscana o los momentos más especiales que viviste? ¿Has hecho alguna cata de vino? ¿Has reservado un paseo en globo? ¿Te has bañado en sus famosas termas? Escríbelo en los comentarios.
Como siempre, ¡feliz viaje!