De todos los centros turísticos salvajes de las Montañas Rocosas canadienses, Banff es uno de los más cautivadores. Los picos nevados se alzan sobre la histórica ciudad, mientras los osos pardos y los alces buscan la cena en los parques de los alrededores.
Hemos reunido las mejores actividades y cosas que ver en Banff para que puedas elegir cuáles incluir en tu itinerario. ¿Te apetece remar por las aguas turquesas de los lagos glaciares o prefieres hacer una excursión en helicóptero sobre los bosques interminables?
Sube en teleférico hasta las cordilleras nevadas durante el invierno y practica esquí o snowboard, o explora los paisajes a pie por una de las muchas rutas de senderismo, que se ven recompensadas con vistas de los lugares circundantes.
Conecta con la naturaleza durante los paseos a caballo o al visitar cañones sobrecogedores y cavernas mágicas en el interior de los parques nacionales de Canadá. Además, no te olvides de hacer rafting en aguas bravas.
Por otro lado, la metrópoli más cercana a Banff, Calgary, está situada en Alberta y es ideal para realizar una excursión de un día si lo que te apetece es disfrutar de la ciudad.
Sin duda, este destino, dotado de un sinfín de actividades al aire libre, complejos turísticos acogedores y una topografía cautivadora, ¡es un paraíso invernal!
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1 – Asciende a Sulphur Mountain en el teleférico de Banff
No necesitas caminar durante horas para disfrutar del esplendor de las Rocosas canadienses, ya que solo tienes que subir al teleférico de Banff y ascender por las laderas hasta la cima de Sulphur Mountain.
Desde aquí verás seis cadenas montañosas diferentes, así como ríos que serpentean a través de bosques de hoja perenne. Asimismo, gozarás de un paseo tranquilo por el malecón que está en la cima y llegarás hasta el Sanson Peak antes de deslizarte de vuelta al valle. Por otro lado, si te sientes con energía, también tendrás la oportunidad de descender por el sendero que conecta la cumbre con la ciudad.
El trayecto hasta la cima de Sulphur Mountain dura unos 8 minutos y tiene una longitud aproximada de 1,6 km. Además, las ventanas de 360 grados de la telecabina ofrecen vistas en todas las direcciones, por lo que se considera una de las mejores actividades y cosas que hacer en Banff para los y las amantes de la naturaleza de todas las edades.
Un consejo: si se te cansan las piernas después de caminar todo el día, la ruta Sulphur Mountain Trail está justo al lado de las termas de Banff, una auténtica terapia natural.
2 – Explora la encantadora belleza del lago Louise
El lago Louise se ha ganado a pulso ser la joya de la corona del Parque Nacional de Banff. Las aguas son de un turquesa brillante y los bosques de hoja perenne susurran aventuras mientras se mecen con la brisa.
En verano, es uno de los lugares más populares para practicar senderismo y piragüismo de todo Canadá. Sin embargo, si quieres evitar las multitudes, considera la posibilidad de visitarlo durante el otoño, cuando las hojas cambian de color y crean un telón de fondo hermoso. Si lo que buscas es aventura, sube hasta la cima de Big Beehive para contemplar vistas panorámicas del lago Louise y las escarpadas montañas que lo rodean. En cambio, si el senderismo no es lo tuyo, siempre puedes dar un tranquilo paseo por la orilla y admirar el sereno paisaje desde el suelo.
En invierno, la estación de esquí Lake Louise adquiere todo su esplendor, ya que ofrece actividades como snowboard, patinaje sobre hielo, raquetas de nieve, esquí de fondo y tubing (e incluso hogueras al aire libre bajo las estrellas).
La telecabina, que funciona todo el año, te permitirá disfrutar de un viaje de 14 minutos hasta una altura de 2088 metros, donde podrás deleitarte con unas vistas del paisaje que te dejarán sin aliento. Gracias a sus deslumbrantes aguas azules y su paisaje cautivador, no es de extrañar que el lago Louise sea uno de los lugares más fotografiados de todo Canadá.
3 – Disfruta de un paseo panorámico por la Bow Valley Parkway
Otro punto destacado del Parque Nacional de Banff es la espectacular y tranquila Bow Valley Parkway. Esta ruta serpenteante de 48 km, que lleva los recorridos panorámicos a un nuevo nivel, atraviesa la campiña que separa Banff del lago Louise.
Como hay muchos aparcamientos para que puedas admirar tranquilamente las vistas, podrás contemplar la emblemática Castle Mountain que asoma en primer plano o los prados llenos de flores que bordean la carretera durante el verano.
Un consejo: no encontrarás muchos restaurantes a lo largo de la ruta, así que llévate el almuerzo y para en una de las muchas áreas de picnic que hay por el camino para comer (si quieres deleitarte con unas vistas magníficas, la zona de picnic Fireside es difícil de superar). Por otro lado, si te apetece vivir una aventura más larga, considera la posibilidad de hacer una de las numerosas rutas de senderismo que parten de la carretera: Johnston Canyon Trail (fácil) y Cory Pass (difícil) son dos de las opciones más populares.
4 – Explora las maravillas del cañón Johnston
Aunque el cañón Johnston no destaca tanto como el lago Louise y el lago Moraine, sigue siendo uno de los lugares más fotografiados del Parque Nacional de Banff gracias a sus paisajes y vistas que son inolvidables. Sin embargo, en lugar de limitarte a hacer unas cuantas fotos desde arriba, ¿por qué no te pones los tenis de montaña y desciendes hasta el fondo?
Elige el sendero de las cascadas inferiores o el de las cascadas superiores, ya que aunque ambos son relativamente fáciles y aptos para todas las edades, cuentan con unas vistas preciosas del cañón, acantilados salientes, túneles de roca naturales y cascadas hermosas.
El primero, una caminata de 1,2 kilómetros en cada sentido, dura aproximadamente una hora, mientras que el segundo, una caminata de 2,5 kilómetros en cada sentido, dura alrededor de dos. Además, tanto uno como otro discurren por las orillas del río Bow.
Un consejo: debido a su popularidad, el cañón Johnston puede estar muy concurrido durante los meses de verano, así que si quieres pasear por el sendero en paz y tranquilidad, considera la posibilidad de visitarlo por la mañana temprano, antes de que lleguen las multitudes de turistas.
Por otro lado, si vienes en invierno, prueba a disfrutar de las raquetas de nieve o a hacer escalada en hielo.
5 – Date un baño y relájate en las Upper Hot Springs de Banff
Una forma segura de relajarte y rejuvenecer tras un día de aventuras al aire libre es visitar las termas Upper Hot Springs de Banff, que llevan recibiendo visitantes que vienen en busca de belleza natural y aguas curativas desde el siglo XX.
Este histórico balneario, situado a solo 5 minutos del centro de la ciudad, en la base de Sulphur Mountain, es el lugar perfecto para relajarse y contemplar las vistas panorámicas de las montañas circundantes. El agua, rica en minerales, se considera un remedio natural contra el estrés y el dolor, por lo que aliviará cualquier dolencia que puedas tener después de una excursión.
El recinto está abierto todo el año, así que tanto si quieres venir durante la temporada de esquí como en la de senderismo, las piscinas termales naturales son siempre una opción. Además, aunque la temperatura del agua varía ligeramente según la estación, sigue siendo agradable y cálida todo el año, ya que se encuentra entre 37 y 50 °C.
Otro lugar representativo para disfrutar de una experiencia tipo spa es el Red Earth Spa del Banff Caribou Lodge, que ofrece un ambiente tranquilo y masajes terapéuticos. Por otro lado, el Cedar & Sage Co. también se encuentra cerca y su servicio de yoga, reiki, sauna de infrarrojos y masajes terapéuticos le ha ayudado a ganarse la reputación de ser uno de los mejores balnearios de la ciudad.
Por último, si quieres algo un poco más salvaje, visita el Banff Meadow Spa o el Fairmont Spa Banff Springs. El primero cuenta con humeantes spas en la azotea y al aire libre, con hermosas vistas a las montañas, y el segundo, ubicado en uno de los hoteles más espectaculares de la provincia, el Fairmont Springs, ofrece una gran variedad de tratamientos terapéuticos, incluida una piscina mineral húngara.
6 – Asómbrate en el lago Moraine
Cuando hablamos de paisajes maravillosos, el lago Moraine no tiene rival. El agua turquesa alimentada por glaciares parece casi irreal, mientras que las vistas del Valle de los Diez Picos proporcionan un telón de fondo digno de postal.
Sin embargo, este lago de 50 hectáreas no solo destaca por su belleza, sino que la zona es un paraíso para la aventura, ya que cuenta con todo tipo de rutas de senderismo y actividades al aire libre.
Si quieres quedarte en tierra, empieza con un paseo por el sendero Rockpile, una ruta relativamente fácil (pero popular) que ofrece panorámicas de la puesta de sol. En cambio, si buscas algo más discreto y, sin duda, más desafiante, sube a la Tower of Babel (o Torre de Babel). Por otro lado, el sendero por Consolation Lakes, relativamente tranquilo e ideal para familias, es una alternativa maravillosa y apta para principiantes.
No obstante, si prefieres adentrarte en el agua, conseguirás que se produzca la verdadera magia. Puedes alquilar una canoa en el cercano Moraine Lake Lodge y, aunque no son baratas, merece la pena deslizarse por el lago y contemplar las épicas vistas desde una perspectiva diferente.
Un consejo: aunque las vistas son inigualables durante todo el año, los colores suelen ser más vivos más en junio. Por otro lado, la estación de los alerces convierte todo en un hermoso escenario dorado a mediados de septiembre.
7 – Embárcate en un viaje panorámico por la Icefields Parkway
Aunque la Bow Valley Parkway es hermosa (y sin duda la quintaesencia), la Icefields Parkway tiene que ser uno de los recorridos más cautivadores de la Tierra. Esta ruta, de casi 230 kilómetros, conecta el lago Louise con Jasper y serpentea a través de los parques nacionales de Banff y Jasper.
Hay tantas paradas en el camino que es imposible verlas todas en un día, pero algunos de los puntos más destacados son el lago Peyto (con forma de lobo), el lago Bow y el glaciar Athabasca (hablaremos de él más adelante).
Aunque estos tres lugares suelen acaparar la mayor parte de la atención, son solo la punta del iceberg, así que no te pierdas el cruce del río Saskatchewan, donde confluyen el Saskatchewan Norte, el Howse y el Mistaya; el Glacier SkyWalk, que se eleva 280 metros sobre el valle de Sunwapta; y, si te apetece estirar las piernas, la excursión Parker Ridge, de 2 horas de duración.
Hagas lo que hagas (aunque no salgas del coche), comprenderás rápidamente por qué este recorrido en particular ha sido considerado uno de los más extraordinarios del mundo, ¡pero no tengas prisa!
8 – Abraza la naturaleza en el lago Minnewanka
El lago Minnewanka es tan bello como inmenso, ya que ostenta el título de ser el segundo lago más largo de las Rocosas canadienses (con 21 km de longitud).
Esta joya que forma parte del Parque Nacional de Banff representa las Montañas Rocosas canadienses a la perfección: sus aguas no solo tienen un tono turquesa casi resplandeciente, sino que además hay una gran variedad de actividades al aire libre que se pueden realizar en él y sus alrededores, lo que lo convierte en un auténtico paraíso para los y las amantes de la aventura.
De igual modo, cuenta con algunas de las mejores zonas de senderismo del país, infinidad de posibilidades para pescar y rutas de escalada desafiantes en los acantilados cercanos.
Aunque hay muchas formas de disfrutar de este lago precioso, una de las más populares es reservar un paseo en barco. De este modo, aparte de poder apreciar los picos escarpados de las montañas y los glaciares desde una perspectiva diferente, también podrás descubrir la historia de esta zona y conocer la fauna que la rodea gracias a la amable tripulación. Asimismo, no pierdas de vista a los borregos cimarrones, las águilas calvas e incluso los osos que habitan el lugar.
Además, entenderás por qué los indígenas de las Primeras Naciones creen que los espíritus residen aquí cuando el barco te lleve a lugares de inquietante belleza como Devil’s Gap.
9 – Haz un tour a pie por los monumentos y leyendas más emblemáticos de Banff
Una forma totalmente épica de aventurarse por el parque nacional es equiparse con bastones y botas de montaña y recorrer a pie las laderas y los puntos de interés de la zona bajo la guía de un experto local de las Rocosas.
De este modo, contemplarás las vistas panorámicas de aquellas montañas por las que discurre el río Bow y pasarás por lugares de visita obligada, como el Sitio Histórico Nacional Cave and Basin.
Por la noche, cuando el sol empieza a ocultarse, también se organizan unos tours a pie mágicos, en los que podrás recorrer la región bajo el cielo estrellado con la ayuda de linternas frontales.
Por otro lado, si la idea del turismo a oscuras te llama la atención y quieres asomarte a lo paranormal o desenterrar un lado espeluznante de Banff, no hay mejor lugar que el pueblo fantasma de Bankhead. Este antiguo asentamiento minero de carbón, oculto en las montañas del Parque Nacional de Banff, fue abandonado en 1922 y poco a poco está siendo recuperado por el bosque. Mientras paseas por el escalofriante lugar, verás cabañas de madera, vías de tren e incluso una vieja locomotora neumática.
10 – Serpentea por la cómoda ruta Tunnel Mountain Drive
Cuando se habla de las rutas más importantes de Banff, normalmente se mencionan la Bow Valley Parkway y la Icefields Parkway. Sin embargo, hay una tercera ruta menos conocida e igual de hermosa. Además, es posible que tenga más avistamientos de animales por kilómetro que cualquiera de las otras dos, ya que cuenta con ciervos, alces e incluso algún que otro oso, y ni siquiera tendrás que salir de Banff.
Tunnel Mountain Drive tiene poco más de 8 kilómetros de longitud, discurre entre Surprise Corner, en Buffalo Street, y Banff Avenue, y bordea Tunnel Mountain. Esto significa que, a diferencia de otras caminatas más largas mencionadas anteriormente, es fácil de tachar de tu lista de mejores actividades y cosas que ver en Banff en menos de una hora.
Cuando nieva, la ruta cierra sus puertas y, aunque esto lo convierte en un lugar prohibido para los conductores, se transforma en un paraíso terrenal para los esquiadores y esquiadoras de fondo y los y las amantes de las raquetas de nieve.
11 – Descubre el Sitio Histórico Nacional Cave and Basin
Amantes de la cultura y de la historia: este lugar lleva vuestro nombre por todas partes. Como cuna del primer parque nacional de Canadá, el Sitio Histórico Nacional Cave and Basin forma parte del pasado del país. No obstante, también es un lugar mágico lleno de grutas azules etéreas, aguas termales burbujeantes e historias de habitantes indígenas que se remontan a decenas de miles de años.
Empezarás tu visita en un pequeño e informativo museo que explica el pasado de Banff, pero la verdadera delicia es cuando entras en la gruta principal, una cueva natural de aguas termales iluminada con un resplandor azul.
El Sitio Histórico Nacional Cave and Basin tiene varios senderos y paseos marítimos que podrás explorar y que te llevarán al corazón de la naturaleza salvaje. Además, podrás reservar una visita guiada si quieres profundizar un poco más en el mundo natural.
12 – Visita el Whyte Museum of the Canadian Rockies
En el Whyte Museum of the Canadian Rockies, descubrirás cómo la población local ha aprendido a vivir en armonía con la naturaleza. Los viajeros acuden aquí desde kilómetros de distancia para escuchar las historias de quienes se han forjado una existencia en este desierto montañoso.
Echa un vistazo a las exposiciones y explora las casas patrimoniales para conocer lo que significa prosperar aquí. Las fotografías antiguas y las anotaciones de los diarios realmente dan vida a la época pionera, y las pinturas de paisajes seguramente inspirarán tu propia creatividad (o, como mínimo, tu sentido de la aventura).
Al salir del museo, comprenderás mejor la historia de Banff y su cultura actual y, si tienes suerte, puede que incluso haya eventos especiales durante tu visita. Para saberlo, solo tendrás que consultar el sitio web con antelación.
El Whyte Museum of the Canadian Rockies se encuentra a poca distancia del Banff Park Museum y juntas, estas dos instituciones, te permitirán disfrutar de un día de turismo educativo.
Finalmente, cuando hayas terminado con los museos, da un paseo por la ciudad para explorar sus calles y tiendas extravagantes.
13 – Descubre la majestuosidad del Parque Nacional de Kootenay
El Parque Nacional de Kootenay (Kootenay National Park) es un verdadero tesoro, así que si quieres escapar de las multitudes, este es el lugar al que debes ir.
Este parque, repleto de elementos paisajísticos únicos, como los Paint Pots multicolores, las aguas termales minerales y los profundos cañones que discurren a lo largo de la autopista 93 dirección sur, es un paraíso para los y las amantes de la naturaleza.
Si te apetece estirar las piernas, encontrarás una gran variedad de rutas de senderismo: si prefieres algo fácil, prueba la ruta Numa Creek, una caminata de unas 4 horas, pero si buscas algo más extenuante, la ruta Kindersley/Sinclair Loop, de 6 horas, es una de las favoritas del público.
Kootenay, situado a unos 40 minutos de Banff, se presenta como el lugar ideal para una excursión de un día, así que prepara un picnic, ponte las botas de montaña y sal a explorar una de las joyas ocultas de Alberta (o reserva una excursión y deja que los expertos se encarguen de todo).
14 – Respira aire puro en los Vermilion Lakes
Encontrarás los Vermilion Lakes (o lagos Vermilion) en Bow Valley, a un corto trayecto en coche desde Banff. Los exuberantes pantanos te permitirán escapar fácilmente de la vida urbana e introducirte rápidamente en la naturaleza.
Ven al amanecer para ver la vida salvaje en su máximo esplendor o llévate un picnic e instálate para pasar una tarde relajada en la orilla. En cambio, si te sientes con energía, alquila una bicicleta o una canoa para explorar el entorno más a fondo.
Los Vermilion Lakes son una cadena de tres lagos conectados, donde cada uno ofrece sus propias vistas del monte Rundle y los picos circundantes. Además, ten por seguro que verás mucha fauna amistosa en la zona, sobre todo si das una vuelta por la carretera de 4,3 kilómetros que ofrece vistas panorámicas. ¡Un imperdible en cuanto a actividades y cosas que ver en Banff!
15 – Alójate en el lujoso Fairmont Banff Springs
¿Buscas un hotel de lujo en un entorno de ensueño? El Fairmont Banff Springs está enclavado en el corazón del parque nacional y emerge como un castillo de las boscosas laderas de la montaña.
Juega un partido de golf, date un masaje en el Spa Willow Stream y, después, duerme en una habitación de lujo con vistas. Además, cuando quieras comer, tendrás mucho donde elegir, pero el patio mirador (The Lookout Patio) es siempre una buena apuesta.
Quienes prefieran disfrutar de una buena comida o quieran sentirse como miembros de la realeza, también pueden participar en tours gastronómicos fuera de lo común… ¡y todo dentro del palacio, ejem, hotel!
16 – Avista alces y osos en un tour por la naturaleza
El parque nacional más antiguo de Canadá lo tiene todo, desde lagos glaciares a frondosos bosques, imponentes montañas y glaciares helados. Además, cada uno de estos diversos paisajes alberga una gran variedad de vida salvaje, así que solo tienes que saber dónde mirar.
Al tratarse de una zona tan extensa y al aire libre, con solo algún que otro pueblecito salpicado a lo largo de las carreteras, Banff es el hábitat ideal para todo tipo de animales autóctonos, tanto grandes como pequeños.
Si sales de excursión por las montañas, es muy probable que te cruces con alces, ciervos mulos, borregos cimarrones e incluso algún que otro oso negro o grizzly. Asimismo, si sigues el curso del río Bow, deberás mantener los ojos bien abiertos para ver águilas calvas y castores.
No obstante, recuerda que dependes de la suerte, así que si quieres garantizar un avistamiento de fauna salvaje, considera la posibilidad de reservar un tour por la naturaleza en Banff. Estas excursiones, que están disponibles en verano e invierno y las dirigen amables lugareños amantes de la naturaleza, te llevarán a las mejores zonas para observar animales.
Finalmente, si sientes que quieres liberar más adrenalina, una gran opción es hacer un tour en piragua por el río Bow para ver animales salvajes.
17 – Aventúrate en el sendero Bow Falls Trail
¿Quieres que en tu álbum de fotos de vacaciones aparezcan cascadas preciosas? Entonces haz senderismo por la hermosa ruta Bow Falls Trail, que serpentea junto a un caudaloso río de montaña. Este camino lineal de 2,7 km es llano en su mayor parte e ideal para familias.
Una vez que llegues a los rápidos rugientes, sabrás que las cascadas del río Bow estarán a la vuelta de la esquina. Estas cataratas de 9 metros de altura son un lugar popular entre los y las turistas, así que no te sorprendas si tienes que esperar tu turno para conseguir esa foto icónica; pero créenos, ¡la espera merece la pena!
Este sendero panorámico, abierto todo el año y espectacular en cualquier estación, es una visita obligada tanto para los y las amantes de la naturaleza como para quienes adoren la fotografía. Además, si tienes suerte, verás algún animal salvaje por el camino: mantente alerta por si ves alces, ciervos e incluso coyotes, sobre todo en los meses de verano.
¿Quieres hacer una excursión más exigente? Entonces echa un vistazo al cercano sendero Hoodoos Trail, una ruta de 10 km que también es relativamente llana, pero mucho más larga y con tramos más solitarios.
Asimismo, el río Bow, que serpentea por el corazón del Parque Nacional de Banff, es un centro de actividades al aire libre, entre las que se incluye la pesca, el senderismo y el piragüismo. Una vez aquí, la naturaleza salvaje te envolverá y podrás admirar la nevada Cascade Mountain y el monte Norquay. Aunque puedes alquilar una piragua y salir a navegar por tu cuenta, es muy recomendable que te unas a una excursión conocida como «Big Canoe Tour», que viene siendo una excursión en una piragua con varios asientos. Finalmente, recuerda que los guías no solo son expertos en navegar por el río, sino que también te hablarán de la historia, la geología y la fauna de la zona. ¿Será hoy el día en que veas un alce?
18 – Pasea por el glaciar Athabasca
El glaciar Athabasca se extiende 6 kilómetros por un remoto valle entre Banff y Jasper, y ostenta el título de ser el glaciar más visitado de Norteamérica, una hazaña debida en gran parte a que es uno de los más accesibles.
Este gigantesco bloque de hielo, situado a lo largo de la Icefields Parkway (consulta el punto 7) y a unas 2 horas en coche de Banff, forma parte del campo de hielo Columbia, una enorme capa que cubre 325 kilómetros cuadrados. Este espacio, al ser una zona helada y relativamente desolada, parece un mundo alejado del resto de las atracciones más concurridas de Banff.
Aunque sin duda puedes hacer unas cuantas fotos del glaciar desde varios aparcamientos que hay a lo largo de la autopista, merece la pena pagar un poco más para subirte a uno de los vehículos Ice Explorer. Estas gigantescas unidades todoterreno de seis ruedas te llevarán al propio glaciar Athabasca. Una vez aquí, tendrás tiempo suficiente para pasear por el hielo y conocer su historia natural.
Un consejo: asegúrate de dirigirte también al cercano Columbia Icefield Skywalk, que está encaramado en lo alto del valle de Sunwapta y que muestra las Rocosas en todo su esplendor.
19 – Aventúrate en el enigmático Grotto Canyon
Aunque Banff acapara toda la atención, su hermano pequeño, Canmore, también alberga una gran cantidad de actividades al aire libre. Sin duda, no hay nada que merezca más la pena que una excursión de un día al único e incomparable Grotto Canyon. Este barranco espectacular, al que solo se puede acceder a pie, te situará en el corazón de la naturaleza.
En verano, podrás caminar por el desfiladero de paredes estrechas y ver recompensado tu esfuerzo con la visita a una gran cascada o con las pictografías hopi que hay en las antiguas rocas del camino. Por otro lado, recuerda que esta ruta, que presenta un nivel de dificultad moderado y dura entre 2 y 3 horas, no es apta para quienes no estén en buena forma física.
En cambio, en invierno, vivirás una aventura totalmente nueva: caminarás por el arroyo helado y verás relucientes cascadas de hielo.
Un consejo: después de la excursión, date un merecido chapuzón en los manantiales naturales de Canmore o deléitate con una buena comida en Tavern 1883 o en The Grizzly Paw.
20 – Conoce a Boo en el refugio de osos grizzly
No puedes visitar las Rocosas y no ver un oso pardo, ya que es una de mejores actividades y cosas que ver en Banff. Además, no hay mejor lugar para hacerlo en un entorno seguro, controlado e informativo que el refugio de osos grizzly.
En el Kicking Horse Mountain Resort, situado a una hora y media en coche de Banff, en Golden, podrás conocer a Boo, el famoso oso pardo que vive en este lugar. Aquí no solo verás cómo se alimenta, juega y explora el refugio de 8 hectáreas, sino que también podrás descubrir todo lo que saben los guías expertos sobre estas maravillosas criaturas.
El refugio se inauguró originalmente para albergar cachorros huérfanos, pero ahora desempeña un papel vital en la conservación e investigación del oso pardo.
Además, recuerda que solo está abierto entre mayo y septiembre, y que suele cerrar cuando los osos hibernan.
Un consejo: si ya has hecho el viaje hasta Golden, será mejor que lo aproveches al máximo. El Golden Skybridge, situado a 130 metros de altura, es oficialmente el puente colgante más alto de Canadá. Si a eso le sumas el teleférico Golden Eagle Express, que te lleva a 2500 metros sobre el nivel del mar, tendrás el itinerario perfecto para una excursión de un día.
21 – Otras rutas que no te puedes perder
La Castle Mountain es uno de los puntos más reconocibles del Parque Nacional de Banff. Este pico, que se alza imperioso entre Banff y el lago Louise, es una popular parada fotográfica en muchos recorridos turísticos.
Tanto si estás en la ciudad en invierno, verano o primavera, no te faltarán aventuras. Cuando el tiempo es cálido, los y las excursionistas con experiencia pueden enfrentarse al desafiante sendero Castle Mountain Lookout Trail, que asciende por el bosque. Una vez aquí, habrá que trepar mucho para llegar a las crestas superiores, pero las vistas desde la cima compensan las aproximadamente 3 horas de caminata. Además, recuerda que esta es solo una de las muchas rutas que podrás explorar.
En cambio, cuando la montaña está cubierta de nieve, también hay muchas oportunidades para vivir experiencias invernales. Los senderos para raquetas de nieve están abiertos toda la temporada y permiten acercarse a muchas especies de animales salvajes que habitan la zona. Asimismo, hay dos parques de snowboard, 78 pistas (la más larga de ellas mide 5 km) y es una de las pocas estaciones de esquí sobre hielo de Norteamérica.
Por su parte, el Marsh Loop Trail, de 3,4 kilómetros, es otra de las fabulosas excursiones que se pueden hacer en el Parque Nacional de Banff. Esta ruta, muy popular entre los y las amantes de aves, es muy fácil e ideal para familias o personas que buscan tranquilidad. En ella, los paseos marítimos y los puentes añaden un poco más de diversión, e incluso hay una plataforma de observación de fauna escondida en el pantano. El sendero llega hasta Sundance Canyon, donde disfrutarás de hermosas vistas de las montañas y del río Bow, así que no olvides tu cámara. No obstante, si te apetece dar un paseo más largo, puedes continuar por el Sundance Canyon Trail, un recorrido de 2 kilómetros en el que podrás admirar unas vistas magníficas.
Finalmente, cabe señalar que el inicio del sendero Marsh Loop está a solo 30 minutos a pie de las calles principales de Banff, así que anímate a recorrerlo si quieres alargar la caminata.
22 – Disfruta de algunos tours y recorridos memorables
Si quieres salir de los caminos más frecuentados y sumergirte en los majestuosos paisajes, posiblemente no haya mejor manera de explorar la zona que con una ruta a caballo. Estas excursiones que dirigen guías expertos pueden tener una duración de entre una hora y dos días. Normalmente, parten de Banff, se adentran en las montañas que bordean el río Bow y cada una de ellas muestra una parte distinta de la región. Además, son ideales para todas las edades y niveles de habilidad, así que incluso los más jóvenes pueden unirse a la diversión. Asimismo, recuerda que podrás avistar distintos animales salvajes por el camino.
¿Quieres aprovechar al máximo tus días en Banff pero tienes poco tiempo? ¿Quieres poner los pies en alto y disfrutar del paisaje sin tener que preocuparte de caminar o conducir? Entonces haz un recorrido en autobús turístico con paradas libres. A diferencia de los típicos autobuses que cruzan la ciudad, estos recorridos consisten en salir y experimentar el salvaje entorno natural del Parque Nacional de Banff. Por lo tanto, visitarás los lugares más emblemáticos mientras conoces su historia y geología, y podrás tomarte tu tiempo y bajar en diferentes puntos clave.
Otra opción es apuntarte a uno de los vuelos en helicóptero de Discover Banff Tours o reservar algo más personalizado, pero sin duda los paisajes desde lo alto no se parecerán a nada que hayas visto antes. Observarás a vista de pájaro los lagos resplandecientes, los picos espectaculares y las alfombras verdes que abrazan las laderas de las montañas. Aparte, podrás contemplar cómo el sol se refleja en los glaciares que serpentean por los valles y la fauna que emerge de los bosques. Además, algunos vuelos incluyen también un aterrizaje y una excursión remota a miradores panorámicos, y tu amable piloto estará a tu disposición para responder a todas tus preguntas sobre lo que veas en esta tierra de ensueño.
En los meses de invierno, Banff se transforma en un lugar todavía más mágico, así que, con la nieve cubriendo el paisaje, tendrás que subirte a un trineo tirado por caballos y explorar la región con estilo. Acurrúcate bajo las mantas de lana mientras recorres los prados de montaña y detente a tostar malvaviscos en una hoguera. Sin duda, hay muchas actividades y cosas románticas que ver y hacer en Banff, pero esta las supera a todas.
23 – Visita otros museos representativos de la zona
Una forma maravillosa de pasar un par de horas a cubierto, huyendo de la lluvia o el frío, es explorar el Buffalo Nations Luxton Museum de Banff. Este espacio, ubicado en un edificio con aspecto de fuerte, está dedicado al rico patrimonio cultural de las Primeras Naciones de Canadá. A través de elementos como tipis bellamente decorados, vestimentas tradicionales, equipos de caza únicos y todo tipo de obras de arte narrativas, adquirirás un conocimiento profundo de cómo han vivido los pueblos indígenas en armonía con la naturaleza durante siglos. Además, el espectáculo semanal de cuentacuentos, que incluye música y danza, hace la visita aún más interesante.
Por otro lado, se encuentra el Sitio Histórico Nacional Banff Park Museum, escondido justo en medio de Banff Avenue. Este lugar expone casi 5000 objetos diferentes procedentes de las Rocosas, y no son piezas cualquiera: encontrarás animales taxidermizados, como bisontes, pumas y osos pardos, muestras de minerales antiguos y todo tipo de artefactos históricos que arrojan luz sobre el parque nacional, su vida salvaje y los pueblos indígenas que llamaron hogar a esta tierra por primera vez. Además de lo fascinantes que son sus exposiciones, el propio edificio es una atracción en sí mismo, ya que este lugar de estilo federal que pertenece a Parks Canada, restaurado en 1903, es oficialmente el más antiguo de su clase.
24 – Acércate a una mayor variedad de parajes naturales
El hermoso Two Jack Lake, de color verde esmeralda, es una visita obligada en cualquier época del año, ya que es un lugar muy apreciado para relajarse en verano y un paraíso invernal para los y las entusiastas de la aventura en los meses más fríos. En la estación estival, puedes pasar el rato en las playas de guijarros del lago o incluso alquilar una piragua o un kayak y remar por sus aguas. En cambio, en invierno, se convierte en la meca del esquí de fondo y de las raquetas de nieve, y cuando se congela, solo tienes que ponerte los patines para disfrutar de una sesión de patinaje sobre hielo.
El Johnson Lake es uno de los más accesibles para familias y turistas y un lugar maravilloso para pasar un par de horas. Aquí puedes relajarte en la playa de arena, comer en la zona de picnic e incluso bañarte en pleno verano. Además, las vistas desde la orilla son excelentes, dado que el monte Rundle, Cascade Mountain y Sulphur Mountain se elevan en la distancia, lo que permite hacer una foto de familia inolvidable. Asimismo, recuerda que si puedes alquilar un kayak durante una o dos horas, la perspectiva desde el agua es aún mejor.
Por otro lado, el monte Norquay es un parque de aventuras durante todo el año. Si estás de visita en verano, sube en el telesilla hasta la cima y admirar unas vistas épicas del parque nacional, o camina por uno de los muchos senderos que llevan a miradores panorámicos. Sin embargo, la actividad más venerada de todas es la Vía Ferrata: una ruta de escalada por acantilados en la que ascenderás por la montaña, cruzarás puentes, treparás por rocas y contemplarás vistas de ensueño por el camino. En cambio, en invierno, el monte Norquay se transforma en una popular zona de esquí con multitud de pistas para todos los niveles.
Otro lugar lugar relajante y de fácil acceso para escapar del bullicio de Banff y disfrutar de unos momentos de paz es Cascade of Time Garden, que lleva engatusando a los lugareños y lugareñas con sus cuidadas exposiciones desde 1930. Este parque escalonado de casi 2 hectáreas está enclavado en la ladera de una colina y cuenta con senderos que suben y bajan por las pendientes, donde cascadas, puentes, estanques y cenadores están rodeados de flores hermosas. La época de mayor floración es entre mayo y septiembre, pero es divertido visitarlo en cualquier momento del año. Además, te recomendamos que te detengas en uno de los pabellones de madera para hacer un picnic, ya que así podrás vivir la experiencia completa.
Finalmente, bajo la atenta mirada de Cascade Mountain, hay varios estanques serenos que constituyen un magnífico escenario para hacer un picnic. Los Cascade Ponds, situados junto a la carretera transcanadiense, son muy accesibles y muy atractivos. Una vez aquí, pasea entre los pequeños lagos y camina a través de los fotogénicos puentes o lánzate al agua en una tabla de paddle surf para verlo todo más de cerca. Asimismo, recuerda que aunque este lugar es absolutamente precioso en todas las estaciones, en otoño se convierte en un paraíso para los y las amantes de la fotografía.
25 – Aventúrate con los deportes de invierno
En invierno, Banff se transforma en un paraíso nevado que pide ser explorado y, aunque encontrarás a miles de personas esquiando en las colinas, existe otra opción si lo que buscas es hacer una escapada más tranquila: excursiones con raquetas de nieve. El lago Louise, la estación de esquí de Sunshine Village (y Sunshine Meadows), el parque nacional Kootenay y sus históricos Paint Pots, así como las estribaciones que rodean el monte Assiniboine, son opciones excelentes para realizar esta actividad. Además, siempre puedes salir con un guía en una excursión oficial con raquetas de nieve por Banff, donde se ocuparán de todo el equipo, trazarán una ruta para ti y compartirán sus conocimientos por el camino.
Finalmente, Banff Sunshine Village, que aparece en muchas postales, es ampliamente reconocida como una de las mejores estaciones de esquí de Canadá y cuenta con casi 1500 hectáreas de terreno esquiable, por lo que podrás practicar el deporte por excelencia del lugar. En cambio, si prefieres adentrarte en el interior, te alegrará saber que Delirium Dive ha sido nombrado uno de los diez mejores destinos para esquiar fuera de pista del mundo.
26 – Elige entre un sinfín de deportes al aire libre
Los rápidos de Banff, reservados exclusivamente para los adictos y adictas a la adrenalina, prometen un paseo de vértigo y una demostración del verdadero poder de la madre naturaleza. No obstante, si acabas de iniciarte en el rafting, no te preocupes, ya que hay rutas fáciles que se adaptan a todos los niveles. La mayoría de los rápidos más duros se encuentran en el famoso río Kicking Horse, a una hora y media de Banff y cerca de la ciudad de Golden, digna de postal. Aquí los rápidos van de clase II a clase IV, lo que significa que te espera un viaje agitado. En cambio, si no quieres aventurarte tan lejos, el río Kananaskis también ofrece un amplio abanico de rutas épicas. Independientemente del lugar de rafting que elijas, te rodeará el asombroso paisaje de las Montañas Rocosas y una gran variedad de fauna local que habita en estas montañas y ríos.
El paddle surf (SUP) es la última moda en los lagos de Banff y hay una buena razón para ello: no solo haces mucho ejercicio, ya que trabajarás el core para mantener el equilibrio, sino que las vistas son sencillamente inmejorables. Tienes cientos de lagos para elegir, pero si es la primera vez que practicas este deporte, probablemente el Johnson Lake sea tu mejor opción. Además, una vez aquí, podrás alquilar tablas y trajes de neopreno en la propia orilla del lago.
Como Banff es una cuidad relativamente pequeña, puedes ver muchos de sus puntos turísticos más importantes a pie, pero si quieres abarcar más terreno en menos tiempo (o simplemente te apetece pasar una tarde llena de emociones) lo mejor es hacer un tour en bicicleta. Además, estos recorridos por Banff te permitirán descubrir partes del parque nacional que pocos visitantes llegan a ver.
Por otro lado, tendrás la oportunidad de sentir la adrenalina de ascender por acantilados espectaculares y contemplar las majestuosas Montañas Rocosas haciendo escalada en Banff. Si todavía eres principiante, Sunshine Rock y la zona de Black Band, en Tunnel Mountain, serán un gran desafío para ti, mientras que si tienes más experiencia, te recomendamos que te enfrentes a Gooseberry, en Tunnel Mountain, o a Mother’s Day Buttress, en Cascade Mountain. De todas formas, podría decirse que la mejor de todas (o, al menos, la más popular) es la Vía Ferrata.
Asimismo, las paredes de los cañones de Banff atraen a escaladores y escaladoras de todos los niveles, por lo que el barranquismo, una actividad similar al rápel, aunque a menudo se cruzan pozas de agua (y, a veces, incluso se camina por detrás de cascadas), es una de las formas más estimulantes de experimentar los recovecos ocultos de las Rocosas. Si nunca lo has intentado, el Heart Creek Canyon, que se encuentra a media hora en coche de Banff, en el extremo noreste del parque nacional, es el lugar ideal para los y las principiantes. En cambio, si ya tienes bastante experiencia en barranquismo y ansías un verdadero desafío, dirígete al Cañón Fantasma, donde las cascadas hacen estragos y el ritmo cardíaco se te disparará.
27 – Siéntate y saborea algunas delicias gastronómicas
Nada sabe mejor que una deliciosa taza de café después de un par de horas de aventuras al aire libre o de esforzarte al máximo en las pistas de esquí. Evelyn’s Coffee Bar es uno de los locales favoritos de los lugareños y lugareñas, ya que aquí podrás degustar un café de goteo o un frappé helado. En cambio, si prefieres sentir una paz absoluta, dirígete al minimalista Whitebark Cafe, donde también te servirán una variedad de tés de origen local de la Banff Tea Company.
Otro favorito del público, justo en el centro de la ciudad, es la Wild Flour Bakery, donde podrás acompañar tu taza de café con un cruasán recién horneado, una magdalena, un bollo o incluso un trozo de tarta de la casa. Por otro lado, se encuentra el famoso Good Earth Coffeehouse, que puede que ya conozcas porque tiene sucursales por todo Canadá. Este lugar ofrece mezclas de café que cambian con las estaciones y cada taza es deliciosa. Además, cuenta con una preciosa zona al aire libre, donde podrás sentarte y relajarte en verano, y chocolate caliente, con el que podrás calentar los huesos en invierno.
Cuando empieces a sentir hambre después de todas las actividades al aire libre, la escena gastronómica de Banff no te decepcionará. El famoso restaurante The Bison es un magnífico punto de partida, ya que sus especialidades canadienses (hechas con productos locales) le han hecho conseguir un puesto entre los 10 mejores restaurantes canadienses de alta cocina (según TripAdvisor) y sus vistas panorámicas desde la terraza son insuperables. Si no sabes qué pedir, el chuletón de bisonte y el salvelino ártico a la parrilla son los favoritos del público, y la tarta de chocolate con naranja confitada es el postre perfecto para terminar.
No obstante, cuando se trata de vistas 360, no hay rival para Sky Bistro. En lo alto de Sulphur Mountain, a 2500 metros de altura, este restaurante no solo permite que los comensales admiren el paisaje de Banff, sino que complementa la experiencia con deliciosos bocados de inspiración canadiense y especialidades artesanales de origen local. Por su parte, The Grizzly House ofrece una fondue riquísima y carnes exóticas, como la de serpiente de cascabel y de caimán, las cuales no encontrarás en ningún otro sitio, mientras que Farm & Fire Banff sirve platos a la leña junto con cócteles en la hora feliz.
Por otro lado, uno de los locales favoritos de los y las amantes de la buena comida y de los cócteles es el restaurante y bar Park Distillery, situado en la calle principal de la ciudad. Aquí, no solo sirven deliciosos platos con ingredientes procedentes de granjas y ranchos locales, sino que sus licores se destilan in situ con agua de los glaciares de las Montañas Rocosas canadienses. Asimismo, puedes hacer una visita guiada por Park Distillery, donde te obsequiarán con degustaciones y conocerás su exclusivo proceso de destilación. Por último, brinda con una copa de ginebra botánica Alpine Gin o de un suave bourbon Wild Turkey.
28 – Diviértete con más opciones de entretenimiento
Aunque no hay rascacielos en los alrededores, los patios en las azoteas son muy populares en Banff. Uno de los lugares más animadas de la ciudad es El Patio, inspirado en México. Las paredes están salpicadas de murales alegres y su terraza de madera rebosa color, ya sea en el mobiliario, la comida o las bebidas. Por otro lado, también puedes adentrarte en una cervecería situada en medio de un bosque, conocida como Three Bears Brewery & Restaurant.
Asimismo, juega una partida de billar y echa un vistazo a las ofertas diarias de bebidas en Rose & Crown. En este local, hay música en directo todas las noches de la semana y sirven desayunos, comidas y cenas. Otra opción es darte un festín de platos elaborados con ingredientes frescos, locales y de temporada en el patio de verano de The Bison Banff. Finalmente, recuerda que Elk & Oarsman es el bar deportivo favorito de Banff, ya que cuenta con vistas de 360 grados de las Rocosas desde el patio de la azotea.
Si quieres disfrutar de una noche de fiesta, acude a Banff Ave Brewing Company, donde el agua de manantial de las Rocosas canadienses hace que las cervezas de la casa sean las mejores de la ciudad. Si lo que buscas son tonos cítricos, decántate por la White Wit, y si prefieres un sabor a malta, opta por una Black Pil. La comida también es fabulosa y cuenta con platos al estilo pub para degustar la cerveza, como hamburguesas jugosas, poutine o alitas de pollo fritas. Encontrarás esta querida cervecería de 2 plantas en Banff Ave, justo en el centro de la ciudad. Además, recuerda que abre todos los días desde el mediodía hasta medianoche (hasta la 1 de la madrugada los fines de semana) y que organiza una gran variedad de eventos a lo largo de la semana.
¿Cómo llegar a Banff?
El aeropuerto más cercano a Banff está en Calgary y el trayecto en coche entre el Aeropuerto Internacional de Calgary y Banff es de una hora y media.
En lugar de preocuparte por el transporte, opta por reservar un traslado a Banff desde el aeropuerto de Calgary, ya que, de esta forma, llegarás directamente al alojamiento que hayas elegido y no tendrás que estresarte por encontrar un taxi barato. Cuando bajes del avión, tu chófer privado te esperará con un cartel con tu nombre y, después, te llevará en un cómodo vehículo hasta tu hotel.
¿Dónde alojarse en Banff?
Asegúrate de que tu estancia en las Montañas Rocosas sean unas vacaciones confortables, así que alójate en los mejores hoteles y estaciones de esquí de la ciudad.
Gracias a su atención al detalle y su ubicación en un entorno idílico y tranquilo, el hermoso B&B Boutique Beaujolais de Thea’s House es una de las mejores opciones para parejas. Además, como está decorado para ofrecer el máximo confort, podrás disfrutar de los lujos y los toques personales.
Por otro lado, las habitaciones de Canalta Lodge, que tienen un aire claramente más moderno que muchas estancias de la zona, son luminosas (gracias a los toques de color amarillo) y acogedoras. Una vez aquí, podrás degustar s’mores alrededor del fuego y relajarte en una de las bañeras de hidromasaje.
Sunshine Village Resort, una opción ideal tanto para familias como para parejas, es un refugio de esquí a las afueras del centro de Banff y es la elección perfecta para los entusiastas de las actividades al aire libre.
En cambio, el Moose Hotel & Suites, decorado con maderas nobles que le aportan un aspecto de auténtica cabaña de montaña, es una opción elegante en el corazón de Banff.
Si prefieres disfrutar de lo mejor de ambos mundos, reserva tu estancia en el Rimrock Resort Hotel, donde sentirás que estás a mucha distancia del ajetreo y el bullicio, pero lo suficientemente cerca del centro de la ciudad como para desplazarte cómodamente.
Finalmente, las habitaciones espaciosas y pulcras y la enorme piscina cubierta de Banff Inn harán que no te equivoques al reservar este alojamiento.
¿Adónde ir ahora?
A una hora y 20 minutos de Banff, hay muchas otras cosas que ver y hacer en Calgary. Al ser la ciudad más grande de Alberta, es una elección fabulosa para los y las turistas que anhelan la vida en la ciudad, pero que tampoco quieren dejar de disfrutar de la naturaleza y los grandes exteriores.
Si buscas cosas que ver y hacer en Jasper, es mejor que pases la noche en este destino, ya que se encuentra a tres horas y media de Banff. Si bien es cierto que en la mayoría de los lugares de Canadá la aventura al aire libre está asegurada, en el corazón del Parque Nacional de Jasper la madre naturaleza se muestra en todo su esplendor. Además, podrás ir de excursión a lagos, enormes cataratas o glaciares, entre otras muchas cosas.
Para llegar a Vancouver, se recomienda ir en avión, ya que el viaje en vehículo es de nueve horas y media. Con tantas cosas que ver y hacer en Vancouver y sus alrededores, necesitarás al menos un fin de semana en esta ciudad metropolitana.
Si tu tiempo en la zona de Banff es limitado, considera reservar una excursión de varios días por las emblemáticas Montañas Rocosas. Podrás pasar una noche en este lugar o, si tu tiempo te lo permite, optar por una excursión de tres o cuatro noches para explorar el lago Louise, el cañón Johnston y Sulphur Mountain.
No obstante, recuerda que hay muchos otros destinos que explorar en el resto del país, así que no te pierdas algunos de los mejores lugares que visitar en Canadá.
Reflexiones finales
Tanto si has elegido esta tranquila ciudad para disfrutar de unas vacaciones de esquí en toda regla como si es para desconectar en un entorno agradable y relajante, sin duda hay muchas actividades y cosas que ver en Banff, tanto si viajas en familia, en pareja o si adoras las actividades al aire libre.
¿Has visitado Banff alguna vez? ¿Conoces todos los secretos de los paisajes de Alberta? Si has respondido sí a alguna de las preguntas anteriores, ¿cuáles son tus mejores recuerdos de esos viajes? Compártelos con nosotros en los comentarios, nos encanta conocer las historias de nuestros lectores y lectoras.
Como siempre, ¡feliz viaje!